CRIMEN Y SEGURIDAD

Mexicanos son explotados tras recibir falsa oferta laboral en Polonia

Los mexicanos saben que fue un error confiar en EuroMexico Job, se dicen afortunados por haber escapado de una pesadilla.

Se leía como un sueño. En un mundo cerrado por la pandemia de COVID-19, una oportunidad laboral en Europa, con un sueldo atractivo, un lugar para dormir y comida, parecía una gran opción, sin embargo resultó una larga pesadilla de explotación laboral.

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En marzo de 2020, la Embajada mexicana en Polonia tuvo conocimiento sobre las violaciones de derechos humanos laborales por parte de EuroMéxico Job al reclutar a mexicanos para llevarlos a trabajar en Polonia. El esquema era aparentemente de contratación irregular, pero en su lugar Raúl, Consuelo, Angélica y Víctor fueron algunos de los engañados y abandonados al otro lado del mundo.

Desde hace más de un año, esta relación entre México y Polonia se mantuvo operada bajo el protocolo de una supuesta empresa de outsourcing que, en realidad, controla una red de presunto abuso laboral y fraude. Su nombre es EuroMexico Job y, de acuerdo con Alejandro Negrín, embajador de México en Polonia, ha publicado sus vacantes en varios estados del país. Algunos de los afectados aseguran que ha modificado su nombre en al menos dos ocasiones.

“Hemos informado a la Secretaría de Relaciones Exteriores, hemos informado a las autoridades de Polonia, hemos informado a distintas autoridades de provincias en Polonia y a gobiernos de distintos estados de la República”, afirman las autoridades.

¿Cómo opera esta red de explotación?

Facebook es su principal punto de enganche. Ofertan sueldos de hasta 25 mil pesos por trabajar en fábricas, almacenes y granjas en Polonia. Aseguran que no es necesario hablar polaco y ofrecen un número de contacto.

Prometen un espacio de trabajo óptimo a cambio del pago de varios miles de pesos, sin embargo, como lo mostro una investigación realizada por Noticieros Televisa, se supo que la agencia labora como una “agencia privada que obviamente cuenta con todos los trámites en regla”, pero están por fuera de los marcos de la ley.

Los empleos “tienen un costo, por ejemplo, para Polonia, que es ahorita el lugar para donde se tienen más vacantes, va de 6 mil pesos”.

“Mi jefa es de Polonia y es la que realiza todos los trámites, eso es una garantía”, informa el entrevistado de la agencia, pese a que su declaración contraste con la de las autoridades y los afectados.

En Polonia viven 624 mexicanos, la mayoría estudiantes y parejas de polacos. Hasta ahora se desconoce el número de mexicanos que fueron llevados a Polonia engañados por esta red de EuroMexico Job.

“Detectamos que en una feria de empleo en Ozumba, en el Estado de México, se estaban también anunciando este tipo de esquemas de contratación, señalaron las autoridades.

La agencia también afectó a los encargados y propietarios de la granja en que se trabajaría, ya que se les pidió el pago por adelantado de los vuelos de los mexicanos pese a que estos hubieran hecho los depósitos correspondientes.

“Ella (Katarzyna Sobczak, una mujer de origen polaco que es identificada por mexicanos afectados como la cabeza de EuroMexico Job) pidió dinero a mi nombre y en estos momentos estoy arreglando eso de manera legal porque no puedo hacer eso personalmente…

“Mis abogados se están encargando de resolver el tema del dinero que nuestro contacto pidió. Esta mujer solicitó mucho  para los boletos, pero no los compró, así que tengo muchos, muchos problemas”, declaró Mateus Gorny, dueño de la granja en Mozdre.

La experiencia de la estafa en primera línea

Raúl y Consuelo, originarios del sur de México; Angélica y Víctor, del centro, aceptaron la oferta de EuroMéxico Job. Pagaron, reunieron los requisitos y después de meses de espera volaron a Europa. Los empleos eran para una granja de cosecha de champiñones en Modrze, al oeste de Polonia, y una empacadora de ropa en Zielona Gora.

El mismo año, 2020, autoridades consulares publicaron una alerta para advertir sobre estas ofertas laborales que se concretan tras el pago de varios miles de pesos y, de acuerdo con los testimonios que obtuvo el equipo de Noticieros Televisa al desplazarse a Polonia, se contabiliza en más de cuatro casos.

“Cuando llegamos a la granja de champiñones nos dimos cuenta que nos habían engañado, nos dimos cuenta que no era el lugar donde nos habían dicho que íbamos a trabajar”, mencionó Raúl, mientras que Víctor afirmó que “cuando nos llevaron a las oficinas ya descubrimos como se llama la compañía y demás… Nos dicen que no es ni la empresa que nos habían comentado donde estaríamos trabajando y que tampoco sería el sueldo acordado el que recibiríamos”.

Con jornadas de trabajo que resultaron de 12 horas o más y el pago cada 30 días, que debían descontar a una deuda con el empleador por haberlos contratado y para ello trabajar sin sueldo dos meses, un nuevo problema llegó al no tener espacios dónde dormir.

“Nos metieron a una recámara, no era recámara, era como una sala y no estábamos siquiera solos había cuatro personas más en un espacio muy reducido, no había camas y unos sillones sofá al ras del piso, desarmados, rotos”, recuerda Raúl.

Habitaciones para diez personas sin puerta, una colchoneta para seis personas, hacinados entre ucranianos, rusos y croatas, un refrigerador descompuesto, y sin calefacción en un invierno de 16 grados bajo cero “son condiciones insalubres”, detalló Víctor, quien más tarde narró lo sucedido al encarar la injusticia de la que era víctima.

“No podemos estar en una situación de pandemia, con el tema del coronavirus, en primer porque es insalubre, en segundo por el tema del coronavirus, o sea un baño para 20 personas, o sea en qué sano juicio le cabe a alguien, compartir un baño para 20 personas” – recuerda haber comentado a los supervisores a cargo, quienes solo respondieron; “ustedes vinieron aquí a trabajar, este no es un hotel de cinco estrellas”.

Para Raúl “fueron tal vez dos noches seguidas donde no pudimos dormir, sí teníamos mucho miedo, estábamos con gente completamente extraña, estábamos en un lugar alejado de cualquier posibilidad de pedir auxilio”.

Consuelo aún ahora recuerda “mucho un día que de verdad dije no quiero, me quiero ir a México…estaba llorando, me decía todo va a estar bien, vamos a estar bien, pero cada día que pasaba yo creo que nosotros pensábamos que iba a mejorar y en lugar de mejorar era peor, cada día era peor, una cosa más que descubríamos que era mentira”.

“Esta agencia nunca nos tuvo que haber cobrado ni siquiera, pero te cobran, haces el esfuerzo pagas y resulta que cuando llegas aquí te defraudan, te abandonan, te mienten, te engañan”, añadió Raúl.

Para Angélica y Víctor las cosas fueron diferentes, ya que cuando llegaron a Polonia la empresa usaba otro nombre. En este país conocieron a la mujer polaca, se entrevistaron con ella, les prometió transporte, estancia y sueldos, pero nunca fue así.

“No se llama Enest, no se llama EuroMexico Job y mañana puede cambiarse el nombre y llamarse de cualquier otra forma”, detallaron.

La falta de dinero y recursos empeora la situación

“Le pedimos dinero para comer, para poder ir a comprar y nos dijo que no, que hasta que nosotros no cosecharemos lo equivalente a los 2 mil 400 zlotys no nos iba a pagar absolutamente nada”, explicó Raúl para añadir que “a EuroMexico Job les empezamos a mandar mensajes a preguntarles qué estaba pasando porque estábamos en esa situación y a partir de ese momento nunca nos volvieron a contestar los mensajes, nos abandonaron por completo”.

“Ya estábamos desesperados, no teníamos ni para comer, ni teníamos casa y era una situación de incertidumbre total”, narra Víctor por su parte.

Luego de casi un mes, Raúl y Consuelo salieron de la granja en Modrze. Una mujer que hablaba inglés les ayudó a escapar. “Simplemente esperamos a que dieran las 5:30 de la mañana para salir de la casa con nuestras maletas, caminar unos pasos y meter nuestras maletas al carro de la señora de la tienda y así fue como logramos salir de ahí”, menciona Raúl.

Víctor y Angélica pudieron llegar a Varsovia, ahí tocaron la puerta de la Embajada de México en Polonia. “La verdad es que la embajada de México aquí en Polonia nos ayudó muchísimo y seguíamos lo que ellos nos decían… Hay casos similares. Sabemos de ellos, sabemos sus historias, lo que han pasado, algunas tal vez peores, algunos han sido amenazados, algunos les quitaron su pasaporte, sus teléfonos y muchos no quieren hablar porque tiene miedo”, afirma Consuelo.

Para ella y Raúl hay muchos más mexicanos en otras fábricas y granjas polacas, sobreviviendo bajo condiciones laborales extremas. Ellos, como Angélica y Víctor saben que fue un error confiar en EuroMexico Job, se dicen afortunados por haber escapado de una pesadilla, pero también son conscientes de que “al día de hoy hay mucha gente que sigue llegando a Polonia por medio de esta agencia, hay gente que llegó a la misma granja donde estábamos nosotros un par de semanas después”.

El porvenir…

“Pese a todo lo malo y pese a todo lo que hemos contado sabemos que nosotros corrimos con mucha gente y hubo personas muy lindas que nos ayudaron… La embajada nos apoyó muchísimo y personas que a lo largo de este trayecto tan horrible que nos tocó nos han tendido la mano y nos han ayudado a ir saliendo poco a poco”, menciona Angélica.

Por ahora, tanto ella como Víctor, Consuelo y Raúl  la permanencia que mantienen en Polonia los lleva a buscar trabajos eventuales para sobrevivir, debido a que buscan oportunidades para quedarse ahí de forma legal y que su historia tenga eco para evitar que futuras víctimas caminen sobre sus pasos.

Con información de Noticieros Televisa