En el Centro de Acopio de la Cruz Roja, en la Ciudad de México, las manos de cerca de 200 voluntarios clasifican los alimentos que serán enviados a los afectados por el sismo del 7 de septiembre que afectó a miles de personas en Oaxaca y Chiapas.
El instinto de los mexicanos de ayudar en situaciones como ésta, es lo que mueve a miles a participar, unos como donadores y otros como voluntarios.
Armando es uno de ellos. Él sabe bien lo que es ser damnificado y lo valiosa que resulta esta ayuda porque él lo padeció en el sismo del 85.
“Estaba en mi casa, pero es mejor ayudar, cada vez que hay algo así yo trato de poner un granito de arena, todo el día hasta que esto se acabe porque yo estoy agradecido, yo fui damnificado en el 85 en la colonia Doctores y me apoyaron mucho, por eso estoy aquí, la ayuda no se olvida, aquí se queda”, relató Armando Hidalgo, quien colabora como voluntario.
Los voluntarios en el Centro de Acopio de la Cruz Roja en la Ciudad de México son amas de casa, estudiantes y empleados de todas las edades y condiciones sociales. Por sus manos han pasado latas con mensajes de solidaridad y apoyo para los miles de damnificados.
En los centros de acopio todos los días hay historias de gente que busca ayudar, como puede, a su modo.
Una mujer viajó desde Tecámac, en el Estado de México, para llegar al Centro de Acopio instalado en el Zócalo, acompañada de sus tres niños y una mochila con alimentos en la espalda.
“Hice dos horas de camino, a la mejor en algún momento nos va a tocar a nosotros, no sabemos, hoy por ellos, mañana por alguien más, tampoco nos sobra, pero hay que ser solidarios, traje aceite, sopas y bolsas de sal, es lo que pudimos reunir”, dijo Ivonne Martinez.
Muestra de solidaridad como la de Ivonne se han visto muchas en las que la motivación es ayudar.
Con información de Guadalupe Madrigal
LHE
