ESTADOS UNIDOS

Mexicanos realizan las labores de reconstrucción en Houston, Texas

‘Harvey’ se fue y a su paso dejó muerte, destrucción, toneladas de basura y lodo. No respetó códigos postales ni clases sociales.

Los niveles del agua llegaron prácticamente al 1.50 metros de altura, inundando a cuanta casa estuvo en su camino.

Muchas viviendas de Houston no contaban con seguro de inundación. Los costos los tendrán que pagar los propios damnificados.

“Pues creo que serán unos 25 mil dólares o 20 mil dólares de mi bolsillo”, comentó Salvador Fuentes, residente de Houston.

De acuerdo a la cotización del contratista Miguel Ángel Magaña, todo dependerá de los pies cuadrados, pero calcula que serán de 15 mil hasta 35, 40 mil dólares.

Por el monumental trabajo de reconstrucción, el cual expertos calculan que costará 140 mil millones de dólares y tardará más de dos años y medio, lo harán los de siempre. Los que después de un desastre natural en Estados Unidos, son los primeros en llegar y los últimos en irse. Los que hacen el trabajo que los nacidos allí no harían ni aunque fuera bien pagado.

Inundaciones en Texas serán costeadas por los propios damnificados. (Noticieros Televisa)

“Nosotros sí sabemos trabajar. Los jóvenes de hoy no quieren trabajar. Los jóvenes de ahora, no sirven pa’ trabajar”, dijo el mexicano Jacinto Mateo Flores.

Don Jacinto, inmigrante mexicano de 68 años de edad, originario de Nacajuca, Tabasco, es de los primeros que comienzan los trabajos de limpieza en las áreas devastadas por ‘Harvey’.

-Reportero: “Y si no es indiscreción, ¿cuánto cobra por hacer esto?

– Jacinto: 10 la hora”.

Quizás un sueldo justo en Latinoamérica; pero muy mal pagado en Estados Unidos.

El trabajo de Don Jacinto no cualquiera lo aguanta. Lo hace bajo el sol que cae a plomo a 40, 45 grados centígrados, con una humedad que sofoca y precedido por décadas de trabajo inhumano que lo reflejan sus manos consumidas por la artritis.

Y lo hace por menos de un tercio de lo que cobran trabajadores nacidos en Estados Unidos.

Don Jacinto cobra 10 dólares la hora durante las obras de reconstrucción en Texas. (Noticieros Televisa)

Es eso lo que hace a hombres y mujeres como Don Jacinto, que viven en los Estados Unidos, indispensables para la recuperación de Houston tras el paso de ‘Harvey’.

Hace doce años lo demostraron los inmigrantes que reconstruyeron Nueva Orleans, tras el paso del huracán Katrina.

En Estados Unidos no hay nadie que trabaje como sus inmigrantes hispanos, nadie.

“No, afortunadamente la mano mexicana, las manos de los latinos, incluyendo salvadoreños, hondureños, es muy calificada. Es gente que le gusta trabajar y desgraciadamente, pues es la única con la que contamos, porque los norteamericanos y afroamericanos, la verdad no le entran a este tipo de trabajo. Nosotros, nuestros compatriotas se la rifan aquí día a día y me enorgullece decirte que la mano es muy, muy calificada”, señaló el contratista Miguel Ángel Magaña.

“En los diez años que tenemos trabajando en esto, una sola persona norteamericana duró una obra y ya no volvió a venir”, enfatizó Magaña.

Aproximadamente 300 mil hogares fueron afectados por 72 horas de torrenciales lluvias, 150 mil de esas viviendas quedaron destruidas y tendrán que ser derrumbadas. Un sinnúmero de colonias, 506 caminos y autopistas y medio millón de automóviles quedaron bajo el agua.

Pero hay una estadística que no está siendo registrada, que no existe, la de las decenas de miles de inmigrantes hispanos, que aun cuando han sido insultados, acosados y amedrentados por la presente administración, levantan la mano y dicen, presente. En los rescates de sus vecinos, en la ayuda humanitaria de quienes lo perdieron todo y en la reconstrucción de cada casa, cada cuadra, cada camino y autopista devastada por el huracán ‘Harvey’. Y lo hacen, además, con gusto.

“Aquí está la respuesta. ¿Tú crees que no ocupan a este tipo de personas? Ni siquiera tengo que pensarla, aquí está, ¿aquí está su gente?, no. Te digo, una sola vez contraté a una persona norteamericana y duró una obra, tan tan”, concluyó Miguel.

 

Con información de Francisco Villalobos

KAH