El Metro de la Ciudad de México está en pésimas condiciones. Este martes, por segunda ocasión en menos de un mes ocurrió un incidente en las escaleras eléctricas.
A las 16:40 horas de la tarde, la escalera de ingreso a la estación Mixcoac, con 33 años de antigüedad, se detuvo abruptamente.
Por la gran cantidad de usuarios que en esos momentos se transportaba, varios perdieron el equilibrio y se golpearon en el barandal o en los escalones.
Minutos después, paramédicos auxiliaron a ocho personas con lesiones leves, dos de las cuales fueron atendidas a través del seguro del Metro.
Tras el incidente, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) ordenó la revisión de otras escaleras del Metro para garantizar que estén operando de manera correcta y evitar que ocurran otros incidentes similares.
El pasado 9 de febrero se registró un incidente parecido en las escaleras eléctricas de la estación del Metro Tacubaya.
Según las autoridades, se trató de una falla electromecánica que provocó la detención súbita de la banda de escaleras. Por el efecto, decenas de pasajeros se aglutinaron, tropezaron entre sí y cayeron en sentido opuesto al que viajaban.
Situación deplorable
La directora del Metro, Florencia Serranía, habló para En Punto sobre este incidente y el estado general de la red del Metro.
Dijo que el sistema está “sostenido con alambritos”
“Hemos recibido el Metro en una situación verdaderamente deplorable. Hemos encontrado operaciones con rafias, trapitos, alambritos, de ahí es de donde cuelga el sistema en algunos de sus elementos electromecánicos”, indicó la funcionaria.
“Siempre se ha dicho que lo que el Metro requiere en dinero y lo que ha sobrado es eso, es dinero, pero el dinero ha sido mal usado, ha sido o ha sido utilizado para otros fines que no ha sido entregarlo para la infraestructura”, agregó.
Reveló que han sacado toneladas y toneladas de basura.
“Hemos evitado sucesos quitando trapitos, estopas, alambritos, rafias, cuestiones inimaginables que han sucedido allá adentro por falta de procesos de supervisión, especialmente de negligencia y todo al final termina, en una palabra: corrupción”, concluyó.
Con información de Farah Reachi y Carlos Guerrero.
LLH
