CRIMEN Y SEGURIDAD

Menores marroquíes siembran temor en París

Se drogan inhalando pegamento y solvente de pintura, asaltan a transeúntes con armas blancas, roban en pequeñas tiendas para alimentarse y sufren abusos por parte de traficantes locales de marihuana.

Tienen entre 11 y 18 años. Llegaron a Francia clandestinamente hace 8 meses procedentes de Ceuta, una ciudad autónoma española situada al norte de Marruecos. Una veintena de niños marroquíes, apáticos y desconfiados, deambulan por el barrio parisino de Goutte d’Or, cerca de Montmartre.

Odian las cámaras, rechazan la presencia de la prensa en el territorio que consideran suyo. Inspiran terror y no es para menos.

Así, con un insólito estallido de agresividad, reaccionaron a nuestra aparición en el pequeño parque de Alain Baschung, donde viven a la intemperie, totalmente abandonados a su suerte.

Ya en su natal Marruecos se dedicaban a la delincuencia y la drogadicción. Los vecinos están desesperados.

La alcaldía de París no sabe cómo afrontar este fenómeno, totalmente nuevo en la ciudad. Los menores se niegan a recibir asistencia sanitaria y otro tipo de ayudas del Ayuntamiento.

“¿Cuál sería la solución? Que se los lleve la policía para instalarlos quién sabe dónde o enviarlos quién sabe a dónde. No, pues hay una serie de obstáculos jurídicos porque son menores”, señaló Guillaume Lardanchet, director de la asociación “Hors la rue”, de ayuda a menores en peligro.

Se ha disparado en Francia de manera alarmante el número de menores extranjeros no acompañados. En todo el país malviven solos en situación de calle unos 25 mil niños migrantes, 20 mil más que hace 7 años.

Por su parte, Sébastien Lyon, director general de Unicef Francia, dijo: “Las cifras exactas son difíciles de establecer porque es una población a la que uno no puede acercarse fácilmente”.

Las asociaciones humanitarias hacen sonar la alarma. La capital francesa se está llenando de menores marroquíes adictos a la droga.

 

Con información de Kasia Wyderko

 

AAE