Berenice vio interrumpida su adolescencia por el cáncer germinal de ovario que le detectaron los médicos del Hospital Regional de Morelia, en Michoacán, de donde es originaria.
“A los 14 años de edad me dijeron que tenía un tumor maligno. Estaba en segundo de secundaria y fue muy difícil para mí porque ya iba a cumplir 15 años y me sentía, no sé pensaba que me iba a morir”, compartió Berenice Pineda.
Se trataba de un tumor altamente maligno que se manifestó hace siete años, con una importante hinchazón abdominal, estreñimiento y fuertes cólicos.
“Las neoplasias más frecuentes en pediatría son leucemias, tumores cerebrales y linfomas, este no es un cáncer tan frecuente, se presenta generalmente en niños chiquitos y en adolescentes y sí es un tumor sensible, entonces si no te lo detectamos temprano como en el caso de Bere, la sobrevida puede ser de hasta el 90% o sea de 10 niños, nueve se van a curar”, destacó Farina Arreguín González, jefe de Oncología Pediátrica del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre.
En el caso de Berenice, el diagnóstico y la intervención quirúrgica oportuna y de emergencia que implicó la extracción de la vesícula y de la tumoración adherida al ovario izquierdo, fueron decisivos para un buen pronóstico.
Sin embargo, Berenice tuvo que continuar su tratamiento con quimioterapia en la Ciudad de México, apoyada por especialistas de la Clínica de Sobrevivientes de Cáncer Infantil del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), pionera en México para atender secuelas, rehabilitar y reintegrar a los pacientes a la sociedad.
“Lidiar con el cambio físico emocional y todo que tiene un adolescente con cáncer, pero además teníamos que cuidar la cuestión de la fertilidad porque se quitó un ovario, solamente nos quedaba uno y el tratamiento que nosotros damos con la quimioterapia puede causar infertilidad, entonces aquí fue un cuidado y fue un trabajo de verdad de equipo y todo para que ahorita Bere ya tenga a su bebé y sea una adulta perfectamente plena”, agregó Farina Arreguín González.
A siete años de haber vencido el cáncer infantil, Berenice es una mujer entusiasta y ha logrado formar una familia de la cual se siente orgullosa.
“Soy madre, soy trabajadora, soy estudiante y eso es lo que más me motiva, y sí se puede, nunca me he dejado rendir la verdad siempre he sido muy positiva y eso me ha ayudado mucho. Me siento valiente en seguir enfrentando más cosas”, dijo Berenice.
Con información de Farah Reachi.
LLH
