El Registro Civil del estado de Yucatán negó a un matrimonio homosexual de varones registrar a su hijo por no tratarse de un progenitor biológico.
Los padres del menor lograron la procreación de su hijo mediante el procedimiento de maternidad subrogada.
El Registro Civil de la entidad rechazó la petición y la pareja acudió a un juez de Distrito, quien tampoco concedió el registro, argumentando que no se podía reconocer el vínculo filial entre el menor y la pareja, debido a la imposibilidad de verificar si se habían respetado las garantías mínimas en la práctica del vientre subrogado.
Ante la negativa, los padres del menor solicitaron un amparo a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el cual fue otorgado por la Primera Sala con el argumento de que el artículo 4 de la Constitución prevé el derecho de toda persona a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos.
Los ministros también consideraron que, pese a que la entidad no tiene normada la maternidad subrogada, debe considerarse que la mujer, quien por su libre voluntad accede a ayudar a quienes no pueden convertirse en padres biológicos de un hijo, lo hace en ejercicio del libre desarrollo de su personalidad.
Sobre el menor, la Primera Sala consideró que el menor requiere para su adecuado desarrollo contar con todos los derechos que derivan de la filiación, como derechos alimentarios, así como a recibir cuidados, educación y afecto y que lo más conveniente en este caso es que sea cuidado por las personas que desean hacerse cargo de él y cumplir con todas las obligaciones derivadas de la maternidad legal.
Con esto, los ministros reconocen el derecho de esta pareja del mismo sexo a convertirse en padres por la técnica de reproducción asistida.
Con información de Jessica Murillo
LHE
