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Mariposa Monarca llega al santuario Sierra Chincua, en Angangueo Michoacán

El santuario Sierra Chincua es otro de los hogares de invierno del lepydóptero que se distingue por una de las migraciones masivas más largas del mundo, desde Canadá hasta nuestro país.

  • Millones de mariposas Monarca se sienten seguras para hibernar en los árboles de oyamel de la reserva ecológica de la Sierra de Michoacán.

El santuario de la mariposa Monarca, Sierra Chincua, en el municipio de Angangueo, Michoacán, ha recibido a las primeras colonias esta semana.

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Este bosque es otro de los hogares de invierno del lepydóptero, de medio gramo de peso, que se distingue por una de las migraciones masivas más largas del mundo, desde Canadá hasta nuestro país.

“No siempre llega en las mismas fechas; en este año apenas llegó en esta semana. La mariposa llega y se relaciona con el Día de Muertos, día uno y dos de noviembre. Lo tomamos como que viene a visitar sus muertos del año pasado, cada año es una generación diferente y cuando llegan, primero llegan a la parte más alta de la Sierra”, dijo Luis Martínez García, comisario del santuario Sierra Chincua.

Es aquí, a casi cuatro mil metros sobre el nivel del mar, que los millones de mariposas Monarca se sienten seguras para hibernar de los árboles de oyamel de la reserva ecológica de la Sierra de Michoacán.

“Buscan el lugar, se ubican y empiezan a hibernar ahí están hibernando durante unas dos semanas para ya, que le dijera, el 20 de noviembre o desde el 15 empiezan a revolotear, a hacer sus recorridos aquí en el bosque cuando hay sol, cuando está nublado no se mueven, solo permanecen pegadas en los árboles”, comentó Luis Martínez García, comisario del santuario Sierra Chincua.

Los ejidatarios proponen visitar los santuarios después del 15 de noviembre, los horarios de 9 de la mañana a las 5 de la tarde todos los días hasta finales del mes de marzo.

Actualmente es necesario un largo recorrido para lograr verlas a la luz y calor del Sol.

“Aquí es donde van las mariposas por el río, vienen haciendo su recorrido de Canadá hasta llegar aquí que son los santuarios”, dice una madre con sus hijos en Angangueo, mientras caminan.

Los pobladores que viven alrededor de los santuarios celebran también la llegada.

“Ya la vamos a empezar a ver mucho más que nada a tomar agua en los ríos. Muchos en lo que son las vacaciones de diciembre aprovechan para venir a verla, muchos de fuera. Ayuda que vengan turistas en la economía del pueblo. Consumen nuestra gastronomía, nuestras artesanías y visitan nuestros santuarios”, dijo María del Carmen López, habitante de Angangueo, Michoacán

Regina García Lopez, una pequeña niña, habitante de Angangueo, Michoacán, compartió que ya vio a las mariposas.

“Sí, vi muchas volando para acá. Iban al río. Luego se volaban”.

Regina dice que lo que más le gusta es sentarse a verlas.

La recomendación de la población y ejidatarios de la zona es cuidar los santuarios, por ningún motivo intentar tocar las mariposas, robar plantas o ensuciar el bosque.

Con información de Adriana Valasis.

LLH