Días después de haberse dado a conocer su historia y de volverse un símbolo del éxodo de Centroamérica a Estados Unidos, Mario Castellanos fue detenido por la Policía Federal mexicana y agentes de migración, al cruzar de Guatemala a territorio mexicano, con la intención de deportarlo.
Sus padres se enteraron días después que Mario se había ido en la caravana migrante.
La noche del 25 de octubre, finalmente fue deportado a Honduras e ingresado a un centro de la Dirección Nacional de Niñez y Familia.
Antes había hecho esta advertencia:
“Y si me voy me vuelvo a regresar, pero de mojado”, aseguró Mario David.
-¿Tu meta qué es?
“Es llegar”, aseguró.
-¿A dónde?
“A Estados Unidos y estudiar y trabajar”, dijo Mario David, el pasado 24 de octubre.
Y lo cumplió. Escapó del albergue y regresó a casa de sus padres en el sector Riviera de la capital hondureña.
Desde hace un par de días, los tres están ausentes de su casa por temor a que las autoridades lo encuentren y lo regresen al albergue.
Solo algunos medios locales han podido dar con él.
Uno de ellos publicó que el pequeño fue captado pidiendo limosna en las calles de San Pedro Sula.
“Yo estoy triste porque dicen que me pueden agarrar otra vez y me pueden llevar para ahí”, señaló Mario David, el pasado 3 de noviembre.
Con información de En Punto.
LLH
