Más de 460 hectáreas de manglar en Yucatán se encuentran en situación de riesgo, debido a la acumulación de toneladas de residuos sólidos que propician la interrupción de los flujos de agua de mar hacia estos ecosistemas.
Investigadores y autoridades ambientales advirtieron que esa acumulación propicia la lenta, pero inminente muerte del mangle.
“Nada más hay que pasar por ahí y darte cuenta que ni agua hay, ya está seco y nada más ves las llantas de los coches tirados, los refrigeradores tirados. Que camines al lado de los manglares y sientas el apeste y voltees y veas toda la basura”, indicó Monserrat Pérez, directora de la Reserva del Corchito.
La destrucción de los esteros en Yucatán continúa a pesar de que estos ecosistemas están protegidos por las leyes mexicanas.
La zona más afectada es la que se encuentra al norte del litoral de Yucatán, desde Puerto Progreso hasta el Puerto de Telchac.
“Toda la carretera de Progreso, todo era manglar, cada vez nos quedamos con menos, está muy protegido, pero se siguen perdiendo gran cantidad de estos árboles maravillosos”, señaló Monserrat Pérez, directora de la Reserva del Corchito.
En Yucatán, existen 340 mil hectáreas de áreas naturales protegidas que equivale el 9 por ciento del estado y las que agonizan son debido al relleno de los esteros para construcción de infraestructura carretera y urbana.
Ésta es la zona de Chicxulub al Norte de Yucatán, en donde más de 5 kilómetros fueron rellenados de manera ilegal, hay basura y los esteros prácticamente están secos.
“Toda la afectación al manglar, el relleno con basura, el fecalismo al aire libre, son condiciones muy difíciles, la expansión urbana en la zona costera va a tener que ser muy bien controlada”, explicó Eduardo Batllori, secretario de Fomento Ecológico de Yucatán.
La Secretaría de Fomento Ecológico del estado, informó a través de un estudio, las principales causas del extermino del mangle, como: tala ilegal, tala propiciada por la ampliación de la frontera agrícola-ganadera, granjas avícolas y pesqueras, así como por la contaminación por desechos orgánicos e inorgánicos.
Con información de Alejandro Sánchez.
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