SALUD

Madre e hijo reciben trasplante de corazón en el IMSS

Gabriela y su hijo Gabriel representan un caso médico único en el IMSS. Sin saberlo, padecían una afección cardiaca hereditaria que ya había cobrado la vida a otros miembros de su familia.

“Yo empecé con todo esto hace 5 años, en 2012, nunca me di cuenta. Me dieron 2 infartos. Mi tío falleció, mi tía tuvo afección cardiaca, y mi mamá y yo tuvimos la necesidad del trasplante cardiaco”, explica Gabriel Barajas Gutiérrez, hijo de trasplantada.

Con diferencia de un año, ambos tuvieron que ser trasplantados para poder sobrevivir.

“Las 4 cavidades del corazón: los 2 ventrículos, con las 2 aurículas, se dilatan y ya no tienen esa capacidad de contraerse adecuadamente con la fuerza suficiente para expulsar la sangre hacia el organismo, hacia el cerebro. Esto disminuye muy importante la capacidad de esfuerzo del paciente, la calidad de vida”, señala Efraín Arizmendi Uribe, director de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS.

Gabriela Gutiérrez Rojas, paciente trasplantada de corazón, dice que su corazón llegó a un límite, “ya no podía respirar, antes de la operación, todavía le comuniqué al doctor que ya no dormía, ya no comía, ya no caminaba y a raíz de que me trasplantaron mi vida ha dado un cambio radical. Estoy bien, camino, empiezo a comer”.

A decir de los especialistas, encontrar dos corazones para una misma familia es algo prácticamente imposible.

Efraín Arizmendi Uribe, director de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, dice que el hecho de que dos miembros de una sola familia tuvieran un trasplante de corazón en un año y en una misma institución, “la verdad yo no conozco por lo menos en México”.

Uno de cada dos pacientes con diagnóstico de cardiopatía dilatada familiar presenta riesgo elevado de desarrollar la enfermedad.

Conocer el diagnóstico de manera oportuna mediante estudios médicos, así como llevar un estilo de vida saludable, ayudará a prevenir que la historia se repita en las siguientes generaciones.

“Yo tengo una hija que tiene 8 meses y es probable que ella tenga este gen también. Si ya existe una predisposición genética, pues lo que podemos hacer es cuidarnos, evitar los factores de riesgo. Apoyarse, porque no hay nadie más que nosotros mismos como familia que nos podamos apoyar”, dice Gabriel Barajas Gutiérrez, hijo de trasplantada.

A dos semanas de ser trasplantada, Gabriela se siente afortunada, los médicos le han dado un buen pronóstico de recuperación. Y gracias a la donación, hoy ha iniciado una nueva etapa de vida en familia.

Dice que se siente bendecida “porque en casa tenemos dos corazones y quisiera agradecer a esa gente tan bella, tan generosa, que hizo esa donación, a la familia, entonces, es algo que hay que cuidar, es un tesoro que ahora tenemos y que debemos valorar”.

Con información de Farah Reachi

MLV