SALUD

Macron manifiesta sus ganas de ‘fastidiar’ a los no vacunados contra covid y genera indignación

El presidente francés, Emmanuel Macron, provocó reacciones ante declaración desenfada sobre ‘fastidiar’ a las personas que no han querido vacunarse contra covid

  • El presidente de Francia, Emmanuel Macron, arremetió contra los no vacunados y aseguró que lo va seguir haciendo hasta el final
  • Por las declaraciones de Macron se generó una ola de indignación e Francia

El presidente francés, Emmanuel Macron, se muestra particularmente combativo contra los que no han querido vacunarse, a los que culpa de dificultar la salida de la crisis para todo el mundo, y avisa de que se va a seguir presionándolos y que tiene muchas ganas de fastidiarlos.

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En una entrevista publicada por Le Parisien en la que utiliza un tono particularmente desenfadado y con términos muy coloquiales que provocaron rápidamente fuertes reacciones, Macron recuerda que con las medidas para limitar la vida social de los no vacunados mediante la instauración del certificado de vacunación consiguieron convencer a más del 90% para vacunarse.

Una sola frase ha bastado para crispar el ya tenso debate en Francia sobre el certificado de vacunación: las ganas del presidente, Emmanuel Macron, de “fastidiar” o “joder” a los no vacunados, según las distintas acepciones del verbo “emmerder”, que la oposición considera indigno de un mandatario

Francia superó en los últimos días los 200 mil contagios diarios, con un récord de 271 mil 686, y desde el inicio de la campaña de vacunación, en diciembre de 2020, el 78.6% de la población total ha recibido al menos una dosis y el 76.9% tiene ya la pauta completa.

“Queda una pequeña minoría refractaria. ¿Cómo se reduce? Se reduce, perdón por decirlo así, fastidiando todavía más. Yo no estoy para cabrear a los franceses. Echo pestes todo el día contra la Administración cuando los bloquea. Pues bien, a los no vacunados tengo muchas ganas de fastidiarlos. Y lo vamos a seguir haciendo hasta el final”, dijo el presidente galo.

El controvertido verbo francés utilizado por el jefe del Estado, “emmerder”, es muy coloquial y, según el contexto, puede traducirse también por cabrear, hacer la vida imposible o joder.

Sus palabras llegan en plena tramitación de un proyecto de ley de su Gobierno que obligará a presentar un certificado de vacunación (que demuestre la pauta completa) para la gran mayoría de las actividades que ahora necesitan un certificado de vacunación.

Es decir, que ya no se podrá ir a un bar, a un restaurante, al cine, a un espectáculo, a un estadio ni se podrá viajar en transporte público de larga distancia con un simple test negativo, sino que será imperativo haberse vacunado.

Macron justifica no haberse decantado por la obligatoriedad de la vacunación por razones sobre todo prácticas.

“No voy a ponerlos en prisión, no voy a vacunarlos a la fuerza”, dice.

El presidente francés recuerda que en los hospitales llegan sobre todo enfermos de covid que no han querido vacunarse y eso tiene consecuencias también sobre otros pacientes y genera un sentimiento en la población contra ellos.

Por eso carga contra “la inmensa falta moral” de quienes se oponen a la vacuna ya que “vienen a menoscabar la solidez de una nación. Cuando mi libertad viene a amenazar la de los demás, me convierto en un irresponsable. Y un irresponsable ya no es un ciudadano”.

Macron, por otra parte, deja más claras sus intenciones de cara a las elecciones presidenciales del próximo mes de abril, para las que todavía no ha formalizado su candidatura, algo que está siendo muy criticado desde la oposición, que le reprocha utilizar su cargo para hacer campaña.

CRÍTICAS EN LA OPOSICIÓN

La onda expansiva de la declaración caló hondo y llevó en un primer momento a suspender de madrugada el examen en la Asamblea Nacional del proyecto de ley sobre el pasaporte de vacunación, que se retomará este miércoles.

Fue la segunda cancelación nocturna consecutiva en dos días, en una sesión marcada por el intercambio de gritos y abucheos, y aunque no parece poner en entredicho su aplicación en torno al 15 de enero sí refleja la división política a tres meses de las presidenciales de abril.

Para la aspirante conservadora Valérie Pécresse, con buenas posibilidades electorales, según los sondeos, Macron ha dado muestra de “una total falta de empatía” hacia los no vacunados, de los que sostuvo también que quien amenaza con su libertad la libertad de otros es un irresponsable que, como tal, deja de ser ciudadano.

“No le corresponde al presidente de la República separar a los franceses en buenos y malos. Hay que aceptarlos como son, dirigirlos y unirlos sin insultarlos”, dijo la representante del partido Los Republicanos en el canal CNews.

Con información de EFE

NRV