Los reporteros deben ser más cuidadosos en estos tiempos, “deben hacer el trabajo que hacen siempre, pero mejor que nunca”, afirmó Leo Zuckermann, politólogo y colaborador de FORO tv, en la mesa de Despierta con Loret. Recomendó que se extremen precauciones ante el comportamiento de los integrantes de la nueva administración en Estados Unidos, o “quien puede acabar pagando los platos rotos son los medios de comunicación”.
Al debatir sobre la filtración de la llamada entre los presidentes Enrique Peña Nieto y Donald Trump, el periodista Javier Garza afirmó que las filtraciones deben ser tomadas con prudencia. “Le filtran a quienes no son cuidadosos, no se debe caer en provocaciones.”
Afirmó que la filtración de Steve Bannon encontró un destinatario que le dio la lectura que se esperaba. “Que sirva de lección para distinguir entre una lectura de la conversación, que es un simple relato, a una transcripción a una grabación”, consideró.
Para Leo Zuckerman, en contraste, nada justifica que se graben las conversaciones entre mandatarios, porque son privadas y tocan temas delicados. Consideró que, aunque la filtración le esté costando al presidente de México, “el gobierno mexicano deja un mensaje sutil, pero importante: nosotros jugamos con las reglas tradicionales de la diplomacia; el troglodita está allá”.
En oposición, Javier Garza considera que la privacidad debe respetarse “hasta que el otro la viola”. Cree en la necesidad de hacer aclaraciones porque la narrativa que quiso filtrar Bannon “encaja en la narrativa generada en México que debilita la imagen del presidente”, por eso, pidió, “quienes reciban filtraciones deben ser conscientes de que pueden tener intereses políticos detrás”.
Eso, dijo Zuckerman, debió encender las alertas, porque “si me lo pasa el mismísimo lucifer de la Casa Blanca, debo cuestionarme cuál es el interés oculto”.
Javier Garza coincidió en la necesidad de no hacer el juego a la Casa Blanca cayendo en las provocaciones de Trump, “aunque está inflada”. Pidió cuestionar todas las declaraciones y contrastarlas con hechos y datos duros. “Si Trump afirma que el muro estará listo en dos años, recordemos que comenzó a construirse en 2006 y que cubrió sólo la tercera parte de la frontera en cinco años; así que eso tira la versión de Trump”.
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