El presidente Andrés Manuel López Obrador salió este jueves de Palacio Nacional por la puerta que da a la calle Corregidora.
Saludó a la gente con la mano en alto y cruzó la vía lentamente entre reporteros y simpatizantes, acompañado por el consejero jurídico, Julio Scherer, y un grupo aproximado de siete integrantes de la Ayudantía que no logró abrirle paso.
Cuando al fin logró llegar al otro extremo de la vía peatonal, levantó ambos brazos antes de entrar por la puerta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a donde acudió al cuarto y último informe de labores del ministro Luis María Aguilar como presidente del máximo tribunal de justicia.
Subió las escaleras centrales del recinto y llegó al Salón de Plenos donde fue recibido con los honores correspondientes al jefe del ejecutivo. Tomó asiento entre los presidentes de las mesas directivas del Senado y de la Cámara de Diputados, Martí Batres y Porfirio Muñoz Ledo, representantes del Poder Legislativo.
En algún momento, durante el informe de labores, el presidente de la República se puso de pie y trató de ayudar al ministro Luis María Aguilar cuando pidió sentarse, antes de continuar su alocución; el jefe del Ejecutivo permaneció de pie detrás de la silla del ministro hasta que tomó asiento y continuó la sesión. Al finalizar, estrechó la mano del ministro.
Por el mismo camino que tomó para llegar, regresó el presidente a Palacio Nacional. Salió de la Suprema Corte por la pequeña puerta del recinto que colinda con la calle de Corregidora, levantó la mano derecha, saludó a la multitud y la imagen se repitió en su camino lento en el que nuevamente fue insuficiente la ayudantía para impedir que se viera tocado durante los empujones.
Volvió a Palacio Nacional sin participar en la comida que tradicionalmente se realiza en la Suprema Corte de Justicia de la Nación cuando termina el informe anual de labores del ministro presidente, rompiendo la tradición de sus antecesores.
(Con información de Carmen Jaimes)
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