Tras dos años de pandemia, compradores y locatarios del mercado de pescados y mariscos más grandes de México, la Nueva Viga, se preparan para la Cuaresma.
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“Con relación al año anterior, los precios están elevados, pero hay también mucho pescado mucho muy accesible, es cuestión de buscar”, dijo Berenice Hernández, ama de casa.
“Qué vengan una o dos personas por familia, yo sé que tienen esta tradición de venir cinco miembros por pescado, por un kilo de camarón, pero es demasiado. Es más fácil las compras y desplazarse en este mercado, el uso de cubrebocas por supuesto, nosotros también tenemos aquí antibacterial, toallitas para poder limpiarse las manos”, refirió Adriana, locataria de La Nueva Viga.
Compradores señalan incremento de precios.
“A 85 la mojarra cuando estuvo de a 60. No es cosa de ellos, es como se los manda el proveedor y nos perjudica”, señaló Amanda Montiel, ama de casa.
Vendedores confirman aumento de precios que vienen desde los pescadores y proveedores.
“Los precios también se han movido, se han incrementado, hay escasez de producto. Digamos, una mojarra que estaba en 70 pesos, 75, ahorita está en 97”, afirmó Mónica Guzmán, vendedora de Pescados y Marisco La Nueva Viga.
Locatarios de La Nueva Viga, listos para la Cuaresma, aunque reconocen alza en precios. FOTO Cuartoscuro
“Ha sido más lenta la recuperación, sin duda, también el incremento de los costos de los pescados y mariscos ha influido, y este estancamiento económico que tuvimos se ha dejado secuelas”, reiteró Adriana, locataria La Nueva Viga.
Algunos vendedores se adaptaron ya a un nuevo modelo de mercadeo.
“Es otra dinámica totalmente diferente, la gente ya lo pide, en línea, los tiempos cambian, son diferentes y también ahorita la manera de comercializar y la venta del producto totalmente diferente”, comentó la vendedora:
Otros sustituyeron productos importados por nacionales.
“Es cazoncito, pero está muy rico se le llama bacalao Campeche, porque en Campeche lo inventaron, pero está muy bueno, es lo mismo que el bacalao”, destacó Jorge Luis Santos, vendedor de pescado La Nueva Viga.
Mientras, los compradores buscan los mejores precios y frescura en el producto.
“El color, que esté rojo, que no esté babosa, que esté duro, el ojo, que esté clarito, transparente, que no tenga mal olor, que no huele a cloro, también, porque lo lavan”, concluyó Antonieta, ama de casa:
Personal de Profeco mantiene un operativo de presencia entre los más de 400 locales y bodegas.
Con información de Francisco Santa Anna
KAH
