Las torrenciales lluvias que “Harvey” llevó a la costa de Texas causaron daños en tanques de almacenaje y otras instalaciones industriales, lo que derivó en el derrame de contaminantes de las refinerías operadas por Exxon, Shell y otras compañías.
Shell dijo esta semana a los reguladores estatales que, debido a las fuertes lluvias, se hundió parcialmente el techo flotante de un tanque de su refinería en Deer Park, Texas. La compañía informó que se liberaron 45.3 kilogramos de benceno y otros 45.3 kilos de tolueno.
Un evento similar se presentó en la refinería de Exxon Mobil Corp. en Baytown, Texas. David Gray, portavoz de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus iniciales en inglés), dijo que la compañía reportó el derramamiento de 6.8 kilogramos de benceno. La EPA clasifica al benceno como cancerígeno. El tolueno, un solvente, es menos tóxico.
Un portavoz de Shell no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
“Se trata de una tormenta sin precedentes, y hemos realizado todos los esfuerzos para minimizar las emisiones y apagar el equipo de manera segura”, dijo la portavoz de Exxon, Charlotte Huffaker. Dijo que la compañía con sede en Irving, Texas, monitorea los niveles de emisiones y está comprometida a apegarse a las leyes ambientales.
Otras refinerías y operadores de plantas químicas también reportaron derrames a causa de “Harvey”, que tocó tierra como huracán y posteriormente se degradó a tormenta tropical.
Las inundaciones han provocado el cierre de alrededor del 15 por ciento de la capacidad de refinería del país, lo que causó un alza en los precios de la gasolina.
Los futuros de la gasolina subieron 6 centavos, 4.1 por ciento, hasta 1.78 dólares por galón en las operaciones del martes. Los precios al por menor han ido en un incremento más lento, un aumento de 4 centavos en la última semana, hasta los 2.38 dólares por galón, según el auto club AAA.
FJMM