En un hecho inusual, llegó una familia de orcas a la costa del estado de Colima.
“El grupo era una familia de aproximadamente 7, 9 individuos, un macho, dos hembras, dos jóvenes y crías”, indicó Christian Ortega Ortiz, oceanólogo investigador de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Colima.
“La verdad no pensábamos que las orcas fueran una especie pues común en esta área, los primeros avistamientos los asociamos a que venían principalmente en la temporada de ballena jorobada, siguiéndolas porque es una de sus presas”, indicó Evelyn Díaz Torres, estudiante del Doctorado en Ecología Marina.
El Grupo de Investigación de Mamíferos Marinos de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Colima realizó un monitoreo de las orcas, con el objetivo de recabar información y analizar su comportamiento.
Y las hemos visto alimentándose de peces, tortugas e incluso de ballenas y un par de delfines por ahí, que tenían signos de que habían sido atacados por orcas”, señaló Christian Ortega Ortiz, oceanólogo Investigador de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Colima.
Se realiza la bitácora en donde nosotros anotamos los avistamientos ya sea de mamíferos marinos, de quelonios, es decir tortugas marinas y también se da el avistamiento de buques ó de basura, que estos son factores que pueden afectar a la fauna marina”, explicó Laura Rojas Cortes, estudiante egresada de la Facultad de Veterinaria de la UNAM.
Una primera hipótesis sostiene que los ruidos generados por el hombre, como el sonar y el tráfico marítimo, pueden modificar sus patrones de comportamiento.
La manera de comunicación entre los mamíferos marinos, el ruido emitido por los barcos se ha llegado a interrumpir estas comunicaciones, entonces es importante dar avistamientos también debido a los choques, a veces se han registrado ente mamífero y los buques”, refirió Laura Rojas Cortes, estudiante egresada de la Facultad de Veterinaria de la UNAM.
Las orcas pertenecen a la familia de los delfines oceánicos y habitan en todos los océanos.
Llegan a medir 7.7 metros de largo, alcanzan un peso de 5.5 toneladas y son capaces de atacar incluso a otras especies de ballenas como la jorobada, que recientemente arribó a la costa de Colima.
Los investigadores estiman que la presencia de estos mamíferos se incrementará durante los meses de enero, febrero y marzo, siendo las costas de Jalisco, Colima y Michoacán, los lugares donde se reporte el mayor número de avistamientos.
Con información de Bertha Reynoso.
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