Después de mes y medio trabajando a marchas forzadas, ingenieros biomédicos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” ya tienen listo un ventilador que se va a producir en México.
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El ventilador mexicano se llama VSZ-20, siglas del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” y el año. Tiene un pistón que controla el volumen de aire.
El grupo de ingenieros biomédicos tomó como base un modelo antiguo mexicano y también preguntó a médicos las necesidades específicas requeridas.
“Necesitamos un equipo de precisión que dé exactamente las presiones que nosotros le pedimos al ventilador y exactamente los volúmenes”, dijo Guillermo Domínguez Cherit, subdirector de Medicina Crítica del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición.
“Tener un recurso propio desarrollado en el país ofrece la ventaja de no tener que estar buscando en otros sitios. Es un ventilador útil, adecuado y que surge en el momento en que más se le necesita”, señaló David Kershenobich, director Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición.
Los ingenieros buscaron válvulas y sistemas de seguridad y revisaron que sus componentes no perjudiquen al paciente.
Efectuaron pruebas en pulmones artificiales, así como en porcinos sanos o neumonía provocada. el ventilador ya cuenta con la aprobación de Cofepris. Sus creadores dicen que está listo para ser usado en personas.
Cada ventilador tiene un costo de 10 mil dólares. en el mercado, un ventilador cuesta casi el doble. la mayoría de piezas son nacionales para evitar desabasto. Por la exigencia ante la pandemia, el instituto y la cancillería mexicana buscaron el apoyo de empresas como Femsa y Metalsa, además del TecSalud del Tec de Monterrey, para fabricar los componentes y ensamblar.
“Teníamos toda la capacidad para poder hacer que este ventilador pudiera funcionar desde el punto de vista electrónico”, dijo Salvador Almaguer, director de operaciones de Femsa.
En una planta de la empresa Metalsa, en Apodaca, Nuevo León, 55 trabajadores comenzarán el ensamble y manufacturación del producto final.
“Es un proceso muy minucioso 01:52:30 Tenemos que apoyarnos mucho con proveedores, hacer la válvula, estar trabajando fines de semanas, jornadas largas, para poder tener el prototipo”, comentó Carlos Guerra, ingeniero mecánico de Metalsa.
“Sobre estos palets, vamos a estar haciendo el ensamble a través de dispositivos neumáticos, puedes ser pistolas en ángulos, pistolas verticales. Esta es la última estación, donde integramos todo el dispositivo, los dispositivos se van a ver de esta manera, ya terminados”, explicó Luis Montalvo
Se producirán de forma inmediata unos mil 500 ventiladores, que serán donados a las autoridades sanitarias, quienes decidirán su distribución según las entidades que más los necesiten.
“Toda la parte de programación, revisar que realmente fuera seguro para el paciente, eso fue lo más difícil para, dentro de este proceso. Es un equipo que va a ayudar, va a ayudar muchísimo a los pacientes”, digo Fanny Alvarado, ingeniera biomédica.
Con información de Guillermo Segura y Adrián Tinoco.
LLH
