Presas como Solís, Allende, las lagunas de Yuriria y Cuitzeo, en el estado de Guanajuato, se encuentran invadidas por lirio acuático, afectando al menos a 5 mil familias de pescadores y prestadores de servicio turísticos.
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Son los vasos de captación más importantes del centro del país y se están muriendo por la contaminación y la invasión del lirio.
Se estima que más del 35 % de la superficie de la laguna de Yuriria tiene está invadida por el lirio.
“Pasa para un lado el lirio hace mortandad de peces porque no agarran el oxígeno que ellos necesitan”, comentó Ismael Ramírez, pescador de Yuriria.
“Se nos llena el lirio y no podemos trabajar con el equipo de redes que tenemos nosotros”, destacó Joaquín Montes, habitante de la rivera de Laguna de Yuriria.
En las presas Solís en Acámbaro y Allende en San Miguel de Allende, el lirio llegó con los escurrimientos de presas del Estado de México, Querétaro y Michoacán.
Otras de las causas por las que prolifera esta planta, es la contaminación doméstico industrial.
“Pues se vino de allá arriba ahora que llegó el agua”, comentó Juan Manuel Ríos, habitante de la rivera de la presa Allende.
“Si se vino de repente y ya más se llena, mas ya va más y más, se necesita sacarla”, apuntó Analí Jiménez, habitante de la presa de Allende.
La laguna de Cuitzeo, en los municipios de Acámbaro y Moroleón la mitad de su superficie está invadida por el lirio.
“Dificulta la pesca puesto que no pueden entrar los pescadores, el turismo puesto que la gente viene a ver una laguna y lo que se encuentra es un campo verde”, expuso Nazaret Villalobos, investigador de la Universidad de Guanajuato, en el programa erradicación del lirio.
En algunos municipios se busca apoyar a las familias afectadas con trabajo temporales retirando manualmente el lirio.
“Empleos temporales para quien, para todos pescadores o lancheros que ahorita están parados y no tienen gran actividad”, dijo Mauricio Trejo, presidente municipal de San Miguel de Allende.
Estas presas y lagunas son parte importantes del ecosistema del centro del país, y además de ser vasos reguladores del microclima, son reservas naturales para decenas de especies endémicas y migrantes de aves, reptiles e insectos.
Con información de Edgar Tamayo.
LLH
