CRIMEN Y SEGURIDAD

Entregan cuerpos a familias de víctimas de linchamiento en Puebla

Este jueves fueron entregados a sus familiares los cuerpos de Alberto Flores Morales de 56 años de edad y de su sobrino Ricardo Flores Rodríguez de 21, los dos hombres que fueron linchados y quemados vivos por habitantes de la comunidad de San Vicente Boquerón, en Acatlán de Osorio, Puebla.

Los féretros con los cuerpos fueron llevados a la localidad de Tianguistengo, donde serán velados hasta el fin de semana.

Alberto era casado y con 3 niñas.

“Me lo quitaron, pero yo pido justicia, quiero que me hagan justicia con mi marido. Él era ayudante de albañil y del campo, el trabajo que le saliera, pero era trabajo bien, entonces por casualidad fueron por su material allá y los confundieron”, indicó Jazmín Sánchez, esposa de Alberto.

El miércoles por la tarde, Ricardo y Alberto llegaron a San Vicente Boquerón en una camioneta.

Habían bebido en la vía pública y cerca de una escuela. Los acusaron de pretender robarse a unos niños.

“Habían ido a ese pueblo a comprar material en la camioneta porque mi tía, su mamá de él estaba construyendo aquí en Puebla. Los arrestaron porque estaban tomando en vía pública según, pero que jamás fue porque los acusaran a ellos de secuestro”, señaló un primo de Ricardo.

Ricardo y Alberto fueron detenidos y llevados a la comandancia municipal, hasta donde llegaron unas 150 personas quienes, enardecidos, entraron para sacar a los dos hombres.

Los policías no pudieron hacer nada para contener a los habitantes.

Sus familiares fueron informados e intentaron pedir ayuda a la policía local para que no los lincharan.

“Les hablamos que salieran, impedir que no fueran a linchar a nuestra gente. No salieron a hablar con uno”, aseguró Petra Elia García, abuela de Ricardo.

Ricardo y Alberto fueron golpeados en medio de una turba que entre gritos y silbidos exigía justicia.

Muchos observaron, sin hacer nada, para detener el linchamiento.

Después les rociaron gasolina y les prendieron fuego.

La gente gritaba y grababa con sus teléfonos celulares mientras los dos hombres se quemaban vivos. Incluso se escucharon aplausos.

“Queremos justicia porque ellos eran de trabajo, ellos eran inocentes yo no sé por qué les hicieron eso”, dijo Petra Elia García, abuela de Ricardo.

Según las investigaciones de la Fiscalía de Puebla, los dos hombres no participaron en algún delito y se dedicaban a labores del campo, además ninguno de los dos tenía antecedentes penales.

La Fiscalía abrió una investigación y se espera que, en breve, sean detenidos quienes incitaron a la violencia.

Con información de Antonio Morán.

Rar