Durante dos años, un grupo de especialistas investigó cómo podía limpiar el plafón de metal de la fuente de 82 por 54 metros del Museo Nacional de Antropología e Historia, en la Ciudad de México.
Probaron con agua, detergentes neutros, arena y hasta con cáscara de nuez. Finalmente optaron por una técnica alemana de inyección de hielo seco a muy alta presión, conocida como ice blaster, que no genera abrasión en el metal.
“El hielo seco se sublima, a diferencia del agua, o a diferencia de los líquidos, el hielo seco al salir del aparato que lo dispara contra la superficie del aluminio, se sublima y desaparece la suciedad”, explicó el director del museo.
Durante las noches de los próximos dos meses, trabajadores llevarán a cabo las labores de limpieza en 17 metros de altura, equivalente a un edificio de nueve pisos.
Es la primera vez que se limpiará el plafón superior de aluminio y los dos faldones perimetrales que en conjunto miden más de siete mil metros cuadrados.
La columna de bronce de la fuente, realizada por los artistas plásticos, José y Tomás Chávez Morado, con el diseño y guión de Jaime Torres Bodet, titulado “Imagen de México”, recibe mantenimiento una o dos veces al año.
Con información de Sarahí Méndez
LHE