Desde su estreno radial, “Light My Fire” fue un hit. Del 29 de julio de 1967 y por tres semanas, fue primer lugar de listas Billboard.
Es la canción número 35 de las 500 mejores canciones de todos los tiempos de la revista Rolling Stone.
“Light My Fire” es como el sello característico de The Doors. Empezó como una banda muy underground, y termina siendo una banda de culto.
Hace 50 años, en medio del peace and love, fue la canción que catapultó a The Doors. Fue un parteaguas.
Fue muy importante la voz de Jim Morrison, que era una voz cachonda, sensual, sugerente que también era muy diferente al tipo de voz que estaban acostumbrados en esa época. Tenían un instrumento llamado piano bajo que fue el que hacía todas las líneas de bajo.
The Doors y su disco debut homónimo contrastó con el rock de los 60 y con la cultura prevaleciente.
La propuesta de The Doors es que es totalmente antihippie, oscura, crítica, casi diabólica para esa época, y Morrison, sobre todo, la figura de Morrison.
La música antes de The Doors era música muy suave, realmente música muy tranquila.
Para algunos, The Doors y su música no es solo un gusto, sino parte esencial de su vida.
A 50 años y pese a su impacto histórico y musical, para muchos de los millennials The Doors es una banda ajena.
“La música mainstream ya ha mal acostumbrado a nuevas generaciones a que todo es desechable, a que todo es ligero, que todo es superficial, entonces música tan profunda como la de The Doors yo creo que, o la escuchan anticuada o la escuchan incluso desagradable como ya no se les difunde, ya no los conocen”, aseguran especialistas.
Con información de Mario Villanueva Solorio
HVI
