El legado de Juan Pablo II para la Iglesia y para el mundo

A 4 años de su canonización y en el 40 aniversario de su elección se recordó a Juan Pablo II y sus principales colaboradores exaltaron el valor de su legado para la Iglesia y para el mundo.

El arzobispo Mieczyslaw Mokrzycki (Mietek), secretario personal adjunto de Juan Pablo II, comentó: “Era papa para todos, no sólo nos enseñó a rezar, a estudiar, sino sobre todo nos ayudaba a ser hombres.

Se evidenció que en sus 104 viajes internacionales Juan Pablo II fue un pionero al abrir la liturgia a la religiosidad popular, entendiendo lo que es la verdadera inculturación.

Monseñor Piero Marini, maestro de las celebraciones litúrgicas Pontificias de Juan Pablo II, dijo: “Recuerdo en México la canonización de Juan Diego, hemos visto el efecto de esta inculturación, al papa le gustaban estas expresiones de la cultura local porque sabía que eran las raíces de la fe de un pueblo”.

Arturo Mari fue su fotógrafo desde el primero hasta el último día, sacó millones de fotografías, todas, dice, reflejaban su carisma. La que le tomó el último Viernes Santo durante el Vía Crucis, al que no pudo ir, es la más emblemática.

Arturo Mari, fotógrafo personal de Juan Pablo II, contó: “Con esa cruz, las manos, ese sufrimiento nos dejó el mensaje de su vida. Esa era su decimoquinta encíclica, la encíclica del dolor”.

Todos coincidieron en que Juan Pablo II no fue un superhéroe, fue un santo de carne y hueso animado por una fe extraordinaria.

¡Entérate!

Con información de Valentina Alazraki.

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