SALUD

Latente en México el riesgo de una epidemia de influenza AH1N1

El riesgo de una epidemia derivada del contagio de virus de influenza AH1N1 es latente en México, de acuerdo con especialistas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Mientras más mutaciones del virus existan y menos personas estén vacunadas crece el riesgo de pandemia.

La influenza es una infección de origen viral; afecta bronquios, laringe y vías nasales, pero puede extenderse a los pulmones.

En algunos casos, los síntomas se confunden con los de un resfriado, pero son más intensos. Fiebre, dolor muscular agudo, dolor de cabeza y tos seca pueden extenderse hasta una o dos semanas, incapacitar al enfermo. En poblaciones de riesgo, niños menores de 5 años y adultos mayores, la influenza puede derivar en neumonía y en la muerte.

En la sede de la Organización Panamericana de la Salud, en Washington, hay un monitoreo permanente sobre el comportamiento de virus que cambian constantemente y pueden provocar epidemias predecibles y pandemias impredecibles.

“Existen varios tipos de virus AH1N1. Todos los virus de la influenza mutan y se modifican. Algunos se modifican significativamente de un año a otro y otros se modifican relativamente, levemente. Cada año se analizan los tipos de virus y se determina si la vacuna del año anterior puede dar protección o si es que una nueva vacuna es necesaria”, explicó el doctor Ciro Ugarte, director del programa de emergencias y desastres de la OPS.

Al ser cuestionado sobre si el virus AH1N1 sigue teniendo un potencial de pandemia, el doctor Ugarte señaló que sí, ya que se modifica.

“El virus de la pandemia 2009 sigue circulando, pero también sigue modificándose. Cada modificación significa que un virus nuevo puede aparecer y en esa aparición, puede ser que exista una posibilidad de una pandemia”, dijo.

A raíz de la epidemia de influenza en 2009, se ha creado una red epidemiológica en el continente: 28 centros de estudio de dan un reporte cada semana. Colaboran hospitales públicos, universidades y organismos internacionales.

Pero, aunque hay una red para vigilar el comportamiento de enfermedades respiratorias graves, en muchos países hay sub-registro de quién realmente ha fallecido por influenza, y casi nunca está en las actas de defunción, alertó el doctor Ugarte.

“La influenza es una enfermedad que está con nosotros continuamente. Necesitamos revisar cuál es esa mutación y preparar una vacuna para proteger a la gente. Y debemos vacunarnos por dos motivos, una para proteger a nosotros, las familias y la comunidad… la influenza es una enfermedad que produce muerte. De hecho, para evitar esa pandemia estamos buscando una vacuna que no necesite cambiarse cada año”, dijo.

AH1N1, AH2N3, AH5N1. Lograr una vacuna permanente contra los efectos de la influenza podría llevar un par de décadas.

Cada año, se estudia el comportamiento de las cepas AH1N1 y AH2N3, los meses de aparición, y la efectividad de los medicamentos disponibles en el mercado.

Ante la penetración en redes de los llamados movimientos antivacuna, especialistas en Washington convocados por la universidad de Georgetown, dijeron que sólo un médico evaluando la condición de cada paciente debería o no alertar sobre cuándo si y cuándo no vacunarse.

Como ejemplo, 15 mil casos de sarampión en Europa en los últimos 12 meses y el resurgimiento de una epidemia como resultado de omisión en programas de vacunación.

Con información de Karla Iberia Sánchez

AAE