Este viernes amaneció como si Reino Unido hubiera sufrido un terremoto.
Theresa May, primera ministra británica, ganó las elecciones, pero no pudo mantener la mayoría absoluta de bancas necesarias para negociar la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE).
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Tras el fracaso de May, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, pidió su renuncia.
Aunque los Conservadores, el partido en el poder, liderado por Theresa May, ganaron 317 escaños, más que cualquier otro partido, esto representa 13 menos de los que ganaron en el 2015.
“En este momento, más que cualquier otra cosa, este país necesita un periodo de estabilidad. Y si, como todo parece indicar, es correcto que el Partido Conservador ha ganado el mayor número de escaños, y probablemente el mayor número de votos, entonces es nuestra obligación asegurar que tengamos ese periodo de estabilidad. y eso es precisamente lo que haremos”, explicó May.
Corbyn dijo, “eso es suficiente para renunciar, y que abra paso para un gobierno que realmente represente a toda la gente de este país”.
Entre otros grandes perdedores de estas elecciones anticipadas, son los nacionalistas ingleses y escoceses. Los votantes abandonaron también al partido populista de extrema derecha inglés, UKIP y también redujeron su respaldo al partido SNP en Escocia.
Con información de Vytas Rudaviciuas.
FJMM
