CLIMA Y FENóMENOS NATURALES

La reacción social tras los sismos de septiembre; el análisis en Despierta

El movimiento social que surgió en la Ciudad de México inmediatamente después del sismo del 19 de septiembre de 2017 “es un movimiento espontáneo, acotado, que se expresó bien en la manera de organizarse, incluso hubo gente que regresó a sus casas, porque había mucha ayuda”, consideró Ulises Beltrán, fundador de BGC Beltrán, Juárez y Asociados.

Sin embargo, afirmó en la mesa de Despierta con Loret que es más complicado que ese primer impulso se transforme en un movimiento político de cara a la elección de 2018, porque “se tendría que mover con una organización específica y crearse como instituciones. Es un proceso más complejo”.

Valeria Moy habla del sismo en Despierta con Loret. (Twitter, @NTelevisa_com)

Para Valeria Moy, directora general de ‘México ¿cómo vamos?’, “todavía no se puede decir” si el movimiento puede transformarse para las elecciones, “porque la primera semana todo mundo se vuelca a ayudar, todo mundo enseña su lado ‘A’, pero ahora comienza a salir el lado ‘B’; ahora la gente comienza a regresar a la escuela, al trabajo; los centros de acopio empiezan a recibir menos apoyos y empieza a surgir la urgencia de verificar qué va a pasar con la reconstrucción, cuando empiecen a aplicarse miles de millones de pesos”.

Entonces, consideró, se requerirá verificar cuál es el destino de los recursos, “y que se apliquen como se dijo que se aplicarían”. “El problema serio se va a venir con la reconstrucción”, insistió.

Alexandra Zapata, investigadora del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), dijo que “es necesario verificar el destino de los recursos; me preocupa el manejo de esos recursos con personajes como Luis Miranda en la Sedesol o Rosario Robles entregando apoyos; se necesita verificar que no se utilice con otros fines, que no se vuelva un botín electoral”.

El consultor Ulises Beltrán recordó que tras los sismos de 1985 se hizo un intento por organizar a los damnificados para la reconstrucción de viviendas, “fue el primer intento para empezar Solidaridad (un programa de asistencia social), pero no se dio; los líderes del 85 terminaron de opositores a Salinas de Gortari”.

En la organización tras los sismos de 2017, continuó Beltrán, “hay un elemento novedoso: las redes sociales, es la primera vez que tenemos redes de comunicación horizontales, los grupos se comunican entre sí, habría que ver si esas redes son el método para transformarse en un movimiento político”.

Alexandra Zapata y la reacción social tras el sismo, en Despierta. (Twitter, @NTelevisa_com)

O, acotó Alexandra Zapata, “en una de esas acaban apoyando a las redes políticas que ya existen, imagínate con miles de millones de pesos que se van a repartir en monederos electrónicos, de los cuales 20% para mano de obra”.

La investigadora recordó que esas tarjetas tendrán un aproximado de 80 mil pesos que se utilizarán para un proceso de autoconstrucción, lo cual, recriminó, “está mal, porque la autoconstrucción está prohibida en muchos países, pues derivan en malos resultados; van las organizaciones a cargo, revisan las obras y de todas formas las cosas se hacen mal”.

Valeria Moy destacó la necesidad de “establecer un órgano autónomo para monitorear estos recursos, no sólo en la organización de la construcción, sino también entendiendo que tenemos que aprender de Chile, de ejemplos como Filipinas; entender que tendemos que innovar, pero no podemos esperar que las redes nos ayuden a monitorear”.

Ulises Beltrán consideró que “en México la autoconstrucción es un hecho; la atención está focalizada en la Ciudad de México, pero la autoconstrucción existe desde siempre en nuestro país, y darle a la gente 70 mil pesos para la reconstrucción, es mucho más de lo que muchos de ellos reciben en un año”. De hecho, señaló, “el Gobierno ha dicho que cuenta con 35 mil millones de pesos para la reconstrucción”.

En cuanto a la percepción por la participación del Gobierno federal en la emergencia, Ulises Beltrán indicó que la gente califica al “Ejército y la Marina bien; el Gobierno es visto medio bien, lo cual es curioso, porque, al final, el Ejército y la Marina son parte del Gobierno que critican”.

El consultor consideró que, pese a la percepción, “la actuación del Gobierno (frente a los sismos de septiembre) es espectacularmente distinta (en 2017 que en 1985), empezando por la actuación de las fuerzas armadas”. En 1985, “Miguel de la Madrid (presidente de la Republica) se guardó y salió cuatro o cinco días después, y el Ejército sólo estaba vigilando, no estaba apoyando en los rescates”.

Ulises Beltrán habla del sismo en Despierta con Loret. (Twitter, @NTelevisa_com)

Para Valeria Moy lo que ha fallado es “la transmisión de la información; no creo que el Gobierno haya reaccionado tan mal; el problema vendrá ahora con la reconstrucción”.

Alexandra Zapata coincidió en que se puede “hablar bien de la gente que reaccionó con la emergencia, pero la realidad es que vamos a juzgar la reacción del Gobierno federal con la reconstrucción”.

A propósito de la reconstrucción, la investigadora del Imco criticó a los partidos políticos, por pretender eliminar el financiamiento púbico. “Una reducción sería interesante, pero es irresponsable plantear el recorte absoluto”.

Valeria Moy consideró que “hay que tener mucho cuidado”, porque sí “hay que recortar el presupuesto, pero de ahí a cero financiamiento público, estaríamos generando una plutocracia”.

Para Ulises Beltrán, sí es necesario un recorte, porque “si mezclamos lo que se les va a dar a los partidos políticos a nivel federal y local, más lo que representan los anuncios en medios de comunicación, estamos hablando de 17 mil millones de pesos, es decir, la mitad de lo que se requiere para el financiamiento de la reconstrucción”.

El fundador de BGC Beltrán, Juárez y Asociados recordó que el financiamiento público a los partidos políticos aumentó desproporcionadamente “tras la reforma de 1996, que fue monumentalmente grande, para incrementar las oportunidades de la oposición, pero esto ha crecido mucho y ahora, con esos recursos, no sé en qué pueden invertir más”.

Llamó a la gente y a los partidos a “separar la parte emocional alrededor del sismo de las decisiones de la política, porque la retórica demagógica es absurda” pues “modificar el modelo de financiamiento público requiere una reforma trascendental del sistema”.

Valeria Moy enfatizó que privatizar el financiamiento a los partidos políticos “deja vulnerable a la población” y, redondeó Ulises Beltrán “obliga a una legislación adicional, te obliga a completar el sistema. El financiamiento privado requiere una legislación más compleja”.

 

 

 

tfo