El pasado 5 de noviembre, un grupo de comerciantes informales bloqueó el circuito interior de la Ciudad de México en protesta contra del cobro ilegal que realiza la organización “ProDiana”, dirigida por Diana Sánchez Barrios, hija de Alejandra Barrios Richard, lideresa de ambulantes en el Centro Histórico desde hace más de 30 años.
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Además de cobrar cuota a miles de vendedores ambulantes de esta zona, los integrantes de la familia Barrios aprovechan 13 plazas comerciales, con más de 2 mil locales, que les entregó el gobierno de la Ciudad de México en 2008, como parte del reordenamiento del comercio en la vía pública.
La mayor parte de los permisos, entregados en la modalidad de permiso revocable administrativo temporal (PATR) con vigencia de 10 años, ya vencieron, los locales se rentan entre 10 mil y 30 mil pesos mensuales y esto ha provocado que muchos ambulantes volvieran a las calles.
“Ellos hacen su negocio propio, entonces ellos tienen una ganancia ahí, ¿en dónde está finanzas para administrar y para saber qué está pasando?”, dijo Norma Sotelo,del Consejo Coordinador Vecinal CDMX.
Los integrantes de esta familia aparecen en el Registro Público de la Propiedad como dueños de al menos 50 inmuebles, con valor superior a los 100 millones de pesos.
Las propiedades se encuentran a nombre de Alejandra Barrios Richard, de su esposo: Javier Sánchez Becerra, de sus hijos: Silvia y Javier Alejandro Sánchez Barrios, anterior nombre legal de Diana Sánchez Barrios, también están registrados a nombre de sus otros hijos: Graciela Edith Coronel Barrios, Sergio, Maricela, Hana Alejandra, Baty Rubén y Ricardo Jiménez Barrios.
Algunos fueron adquiridos entre 2014 y 2019 en zonas de alta plusvalía como la colonia Roma Sur, alcaldía Cuauhtémoc.
“Es increíble que una líder de ambulantes haya sido como es Diana Sánchez Barrios, la coordinadora de campaña del que es ahora alcalde (de Cuauhtémoc) Néstor Núñez y apoyando a los diputados distritales”, agregó Sotelo.
Esta familia también se adueñó, durante la pasada administración, de una docena de inmuebles intestados y con problemas sucesorios, realizaron juicios simulados y compras ficticias con el apoyo de funcionarios del Registro Público, juzgados y notarios públicos.
Diana Sánchez Barrios se apropió del inmueble ubicado en República de Perú 81, en el Centro Histórico, la propiedad tenía problemas de sucesión testamentaria y durante años estuvo abandonado, simuló un juicio ordinario civil con fecha de 2009 y lo registró a su anterior nombre legal, Javier Alejandro Sanchez Barrios.
En 2014 en el lugar apareció una lona con el nombre de Diana Sánchez Barrio, y tres años más tarde pusieron otra lona que decía que estaban gestionando viviendas para la organización ProDiana.
“Convocan a todos los comerciantes ambulantes que ellos puedan y quieran, sin ninguna remuneración económica, solamente con la amenaza de que ellos tienen que meterse a ese predio, despojarlo e invadirlo, una vez que está invadido, se lo apropia”, informó de manera anónima un vendedor ambulante.
Esta manera de operar de la familia Barrios no es nueva, en marzo del 2019, se documentó que golpeadores invadieron el edificio Madero 45, propiedad de la fundación Antonio Haghenbeck y lanzaron a la calle a los comerciantes, después, el inmueble apareció registrado a nombre de Luis Alberto Vargas Ruiz, esposo de Diana Sánchez Barrios, quien estuvo preso acusado de homicidio y tiene diversas denuncias por robo, amenazas, lesiones e invasión de predios.
“¿Cómo puede ser que así de la nada, alguien se mete en el sistema y cambian los nombres sin acreditar absolutamente nada?, cuestionó Verónica Blanco González, apoderada legal fundación Antonio Haghenbeck y de la Lama.
Con información de Fátima Monterrosa y Jorge Ulloa
DMGS
