POR EL PLANETA

La lucha del oso polar para sobrevivivir en Alaska

Los osos polares son criaturas hermosamente salvajes, pero vulnerables a los cambios en su hábitat. Dependen del hielo marino para casi todos los aspectos de su vida.

Hemos encontrado a una hembra con tres cachorros.

“Es la primera vez que veo a una hembra con tres cachorros. Hablé con los biólogos y tienen la teoría que quizá la madre adoptó un huérfano. Los osos no tienen tantos cachorros porque cuidarlos puede ser demasiado, pero se ven sanos”, afirma el guía y activista de Kaktovik, Robert Thompson.

Los Gigantes de Alaska, la hembra y sus tres cachorros en su hábitat. (Noticieros Televisa)

La camada nació el invierno pasado, deben estar por cumplir un año de edad. Aprenderán a cazar observando a su madre, de quien dependen para sobrevivir.

El problema es que mientras no se forme el hielo marino están atrapados en la Isla de Barter.

Unos oseznos no pierden el tiempo, son muy curiosos.

Los Gigantes de Alaska, la curiosidad del oso polar. (Noticieros Televisa)

Los movimientos de cabeza de lado a lado suelen indicar la mayoría de las veces que quieren comenzar a jugar. Se acuestan, giran en la nieve o hunden la cabeza bajo el hielo.

Cachorro de oso polar hunde la cabeza en el hielo. (Noticieros Televisa)

De los tres cachorros, el más pequeño es el más latoso y no da tregua a sus hermanos.

Después de un día entero de estar buscando comida, la madre decide que es tiempo de descansar, los cachorros se acurrucan y hacen como que duermen, pero al primer descuido se levantan a jugar.

El más grande de los trillizos se acerca demasiado, seguido de uno de sus hermanos.

Tratamos de hacer ruido con el auto para que se retire y mantener la distancia de observación, pero la madre se mantiene alerta.

Una hembra con cachorros puede ser agresiva, es capaz de atacar con tal de defender a sus crías.

Los Gigantes de Alaska, la hembra de oso polar aleja a un macho de sus crías. (Noticieros Televisa)

Cuando un macho adulto solitario se les va acercando, la madre llama a sus crías con gruñidos profundos, mira fijamente al extraño y adopta una posición defensiva con la cabeza inclinada y haciendo fuertes exhalaciones por la nariz.

El intruso no se intimida. Los osos polares recurren a la confrontación como último recurso. La madre se levanta en dos patas y muestra su fuerza, los oseznos también intentan ahuyentar al intruso. Al final, el macho adulto prefiere retirarse, es el instinto salvaje lo que mantendrá vivo al más fuerte.

“Es impresionante cuando ves este tipo de comportamiento, ves como levanta las patas. Son animales de dos metros de altura, te sorprendes cuando ves la dimensión de lo que estas filmando, es impresionante. Hubo un momento de tensión, nosotros nos quedamos impresionados”, narró Benito Sánchez Rojo, productor de Por el Planeta.

Hemos seguido tanto a esta familia, que hemos aprendido que este trío no es de fiar, y en un descuido, nos muestran de lo que son capaces.

Mientras dejamos una cámara grabando una secuencia, las crías se aprovechan y se ponen a jugar con ella, usan la cámara y el tripie como trineo.

Los Gigantes de Alaska, los cachorros de oso polar juegan con la cámara del equipo de Televisa. (Noticieros Televisa)

Cansados y aburridos del “juguete nuevo”, regresan a lo suyo, a buscar comida.

Las crías se ven sanas, lo malo, es que por lo menos uno de los cachorros no logrará sobrevivir el próximo invierno.

Los Gigantes de Alaska, el oso polar. (Noticieros Televisa)

Con información de Alberto Tinoco Guadarrama

KAH