Por su ubicación geográfica, nuestro país concentra más del 10% de la biodiversidad mundial, por lo que es considerado un país megadiverso. Tan sólo la Ciudad de México (CDMX) es hogar de 2,254 especies de fauna.
Anfibios como el ajolote, que habitan en los humedales de Xochimilco, aves como el gorrión terrano y mamíferos como el teporingo; son especies endémicas, es decir, sólo se pueden encontrar en territorio capitalino. Sin embargo, muchas de ellas están en riesgo.
“No se tiene con exactitud, digamos, una tasa de desaparición de las especies, pero lo que sí sabemos es que las poblaciones que se encuentran actualmente están fragmentadas […] no tienen contacto una población con la otra, eso representa en sí mismo un problema porque nos habla de un aislamiento genético que impide una diversidad genética importante para mantener la especie a largo plazo”, explicó Claudia Lewy, directora de Zoológico y vida Silvestre de la CDMX.
Entre las especies endémicas de la capital, también están dos pseudoescorpiones, siete especies de moscos y mosquitos y una hormiga endémica del Pedregal de San Ángel.
El 32% de las aves que viven en nuestro país se distribuyen en la Ciudad de México, donde también hay registro de 83 especies de mamíferos, entre murciélagos, roedores y carnívoros.
“Desafortunadamente las presiones sociales han disminuido las poblaciones de estos animales en condiciones de libertad […] la presión social, el incremento de la mancha urbana, la invasión de éstos espacios que deberían estar destinados a la conservación de ecosistemas y de los servicios ambientales […] la presencia de contaminantes en el agua, y por tener una piel tan permeable son muy susceptibles”, detalló Lewy.
El 59% del territorio de la Ciudad de México, tiene una superficie de conservación, donde se localizan espacios rurales y áreas montañosas. Forma parte de la riqueza natural, por lo que es responsabilidad de todos cuidarlo.
(Con información de Farah Reachi)
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