Kofi Annan fue uno de los personajes más reconocidos de la diplomacia internacional, nació en Ghana en 1938, en el seno de una familia aristocrática de la tribu de los Fante, estudió economía en Suiza y en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts en Estados Unidos.
Ingresó en 1962 al sistema de Naciones Unidas, fue integrante del personal administrativo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), participó en la Comisión Económica para África, en la Fuerza de Emergencia de la ONU, en el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y en la sede de la Organización en Nueva York donde tuvo varios cargos antes de llegar a la Secretaría General.
En 1990 a raíz de la invasión de Kuwait por Irak facilitó la repatriación de más de 900 funcionarios internacionales y ciudadanos de países occidentales, negoció con Irak la venta de petróleo para financiar la compra de ayuda humanitaria.
Entre 1992 y 1996 fue subsecretario general de Operaciones de Mantenimiento de la Paz y luego secretario general adjunto, supervisó en Bosnia-Herzegovina la aplicación del Acuerdo de Paz de Dayton que puso fin al conflicto armado.
En 1997 sucedió al egipcio Butros Butros-Ghali al frente de la ONU, cumplió dos mandatos como Secretario General hasta 2006.
Durante su gestión aplicó un amplio programa de reformas en la ONU, también reforzó las misiones de paz y seguridad internacionales y la promoción de los derechos humanos.
Desplegó cascos azules en Sierra Leona, Timor Oriental, Congo, Kosovo, Bosnia-Herzegovina y Guatemala, también defendió los derechos de la mujer e incrementó notablemente el número de mujeres en puestos clave del organismo, además luchó por disminuir el número de víctimas del Sida y contra el cambio climático.
Justo a mitad de su gestión, en 2001, fue reconocido junto con la ONU, con el Premio Nobel de la Paz, pero su carrera no estuvo exenta de acusaciones.
Fue señalado de no haber alertado al Consejo de Seguridad en 1994 sobre el Plan de Genocidio en Ruanda contra la minoría Tutsi, también de aceptar dócilmente las imposiciones de las grandes potencias como la condonación de un pago por 244 millones de dólares a Estados Unidos en 2001.
Tras dejar la ONU su labor no se redujo, se mantuvo como uno de los más destacados mediadores internacionales en situaciones de conflicto.
Uno de sus mayores éxitos fue la resolución de la crisis política en Kenia tras las elecciones de 2007, que causó una oleada de violencia que dejó más de mil muertos y recientemente en la guerra en Siria.
Apenas en mayo pasado visitó México para participar como observador internacional de las elecciones de julio.
El exdirigente de la ONU compartió con autoridades de nuestro país su experiencia en materia de integridad electoral.
Con información de FOROtv
RAMG
