Una jueza brasileña impidió este martes al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva recibir la visita de nueve gobernadores regionales y otros políticos que querían verlo en la cárcel donde está recluido en la sureña ciudad de Curitiba.
La jueza Carolina Lebbos, de un tribunal del estado de Paraná, rechazó el pedido apuntando a una orden judicial previa que rechazaba dar un régimen especial de visitas a Lula.
“No hay fundamento para la flexibilización del régimen general de visitas propio de la cárcel de la Policía Federal”, señaló Lebbos en un fallo citado por el diario “Folha de Sao Paulo”. “Se debe respetar el reglamento general”, agregó.
Los gobernadores, entre ellos varios miembros del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, llegaron hoy a Curitiba, en Paraná, para intentar visitar al ex presidente, gran protagonista político pese a su encarcelación, porque es favorito en las encuestas para las elecciones de octubre. Con ellos iba la presidenta del PT, la senadora Gleisi Hoffmann, entre otros políticos.
El juez del caso “Lava Jato” (“Lavado de autos”) Sérgio Moro había fijado previamente que el ex presidente no pueda recibir visitas más que una vez a la semana y le otorgaba como única prerrogativa tener un televisor en su celda.
“No se concedió ningún otro privilegio, incluyendo privilegios respecto a visitas, y se aplica el régimen de visitas de la cárcel de la Policía Federal”, señaló el texto citado por el diario “Estado de Sao Paulo”.
Según indagaciones del periódico, el régimen de la superintendencia de Policía donde está Lula sólo permite una visita de familiares o amigos los miércoles a los detenidos, más allá de las de sus abogados, que tienen acceso todos los días laborables.
La normativa debe continuar así afectando el acceso a simpatizantes y compañeros de partido del popular ex presidente de 72 años. El PT anunció el lunes que trasladará temporalmente su comando político a Curitiba, como una forma de mantener su apuesta por Lula y de seguir presionando para conseguir su libertad.
El PT reiteró que inscribirá en agosto al ex mandatario como su candidato para las elecciones presidenciales del 7 de octubre, pese a que Lula está en teoría inhabilitado por su condena a 12 años de cárcel por corrupción. Un tribunal electoral tendría que emitir una sentencia en caso de que la candidatura sea registrada.
Cientos de simpatizantes del carismático ex presidente, ícono de la izquierda latinoamericana, acampan cerca de la cárcel donde está Lula desde el sábado y aseguran que estarán ahí de forma permanente hasta que el político sea liberado.
El drama en torno a Lula sacude al gigante sudamericano desde hace días. Pese a su condena por corrupción, el ex líder obrero sigue siendo el político más popular de Brasil.
Los últimos sondeos le atribuyen hasta el 36 por ciento de las preferencias de cara a las elecciones presidenciales, más o menos el doble que el segundo favorito, el radical de derecha Jair Bolsonaro.
Lula fue condenado en enero en segunda instancia en el marco de la megacausa anticorrupción “Lava Jato” por cargos de que aceptó la reforma de un apartamento de una constructora a cambio de favorecerla en sus negocias con la estatal Petrobras.
El ex presidente se declara un “preso político” y niega los cargos, que atribuye a las élites conservadoras como un intento de mantenerlo alejado del poder.
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Con información de DPA.
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