Hoy el municipio de Juchitán no se reconoce tras el sismo que se sintió de 8.2 grados en Oaxaca. Los habitantes de Juchitán, ciudad en el Istmo oaxaqueño, se fueron a dormir orgullosos de su palacio municipal, uno de los más grandes del país, y después del sismo lo encontraron en ruinas.
Parte de las Fuerzas Armadas, marinos, solados, policías federales y municipales, remueven cuidadosamente los escombros y retiran los pedazos de lo que fue el Palacio Municipal.
Con las manos, picos y palas retiran los pedazos de lo que hasta ayer era la alcaldía.
A un costado del palacio municipal estaba el mercado donde sus puestos quedaron destrozados por la fuerza del sismo.
La gente permanece afuera de sus casas.
No entran por el riesgo que representan las réplicas, pero tampoco se alejan por el temor a que les roben sus pertenencias.
Les toca vivir la dolorosa contradicción que suelen enfrentar las víctimas de los desastres naturales.
Unos perdieron su puesto del mercado, otros su mercancía y algunos más su patrimonio; hubo también quienes perdieron la vida.
Pero sus pobladores piden que la atención que hoy reciben no se diluya luego de unos días.
La recuperación tomará meses. Se necesitarán recursos y mucha voluntad.
Esperan que la ayuda empiece a fluir para intentar reconstruir su patrimonio y su vida.
Con información de Paola Rojas.
LSH
