SALUD

40% de los jóvenes ha tenido sexo bajo el influjo de alguna droga, revela investigación

De acuerdo con una investigación realizada por los Centros de Integración Juvenil, el 40 por ciento de los jóvenes aceptó haber sostenido relaciones sexuales bajo el influjo de alguna droga, 37 por ciento de ellos, con alcohol, y el 16 por ciento con algún estupefaciente.

Son más hombres que mujeres los que reconocen la práctica, en ambos casos, aceptan haber tenido más de una pareja sexual en un sólo día.

Es la búsqueda de mayor placer lo que los ha obligado a consumir cualquier tipo de droga. Los jóvenes que han recurrido a los centros de integración juvenil han manifestado incrementar su excitación con el consumo de mariguana o metanfetaminas o de inhalables como la cocaína.

En el pensamiento progresista de las libertades, en donde al parecer, todo se vale, los jóvenes han vinculado su sexualidad con el consumo de drogas.

Carmen Fernández, directora de los Centros de Integración Juvenil, dijo: “El peligro que hemos observado nosotros es como el joven cada vez asocia más esta búsqueda de placer como la única meta y entonces quieren sentir más, pues experimenta también con distintos tipos de drogas”.

 

El alcohol facilita la socialización, la mariguana facilita mayor placer, mientras que la cocaína, el crack o el cristal favorecen la potencia sexual.

“El problema es que es un cerebro en desarrollo que se vuelve adicto fácilmente y se está asociado a sexualidad pues obviamente en esa zona del cerebro donde se produce el placer hay más estimulación y el ser humano va desarrollando tolerancia y quiere cada vez más, entonces va querer más de sexo y de droga, ya se adaptó el cerebro a ese estilo de placer y es muy difícil que salgan de él”, detalló Carmen Fernández, directora de los Centros de Integración Juvenil.

Recientemente se han puesto de moda entre los jóvenes, juegos sexuales asociados a algún tipo de droga.

El muelle, que es un tipo de ruleta sexual, el bareback, el serosorting y el fuck of death.

Carmen Fernández, directora de los Centros de Integración Juvenil, comentó: “El riesgo es que encontramos en muchos casos de la vida ya adulta de esta experiencia y prácticas crónicas, los testimonios son de ansiedad, de desesperación, de depresión, porque ya no sienten, entonces en esta búsqueda del placer terminan no sintiendo”.

Con información de Karina Cuevas

LSH