POLíTICA

Bromista engaña a canciller británico y finge ser premier armenio

El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, mantuvo una conversación telefónica de 18 minutos con un bromista que se hizo pasar por el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, con el que habló sobre las relaciones entre el Reino Unido y Rusia, entre otros asuntos, confirmó el Foreign Office.

Según los medios británicos, los responsables de la llamada fueron los rusos Alexéi Stolyarov y Vladímir Kuznetsov, que en 2015 hicieron creer al músico Elton John que hablaba con el presidente ruso, Vladímir Putin, y en 2016 fingieron ser el jefe de Estado de Ucrania, Petró Poroshenko, para hablar con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan.

El bromista que suplantó al primer ministro armenio le pidió a Johnson en un inglés con acento ruso consejos sobre cómo relacionarse con Putin, así como información sobre la respuesta del Reino Unido ante el envenenamiento del exespía Serguéi Skripal, del que el Gobierno británico acusa a Rusia.

El jefe de la diplomacia británica aseguró que está “casi al 100 por ciento seguro” de que el Kremlin está detrás de ese ataque y se ofreció a mostrar pruebas que no han sido divulgadas hasta ahora de forma pública.

“Si tengo un mensaje para Putin es que no queremos una Guerra Fría, pero lo que sí queremos es una mejora en el modo en el que Rusia se comporta”, indicó Johnson a su interlocutor en la conversación, que tuvo lugar la semana pasada.

“Esperábamos tener mejores relaciones con Rusia de las que actualmente tenemos. Me temo que Rusia no se puede resistir a (ejercer) una actividad maligna de un tipo u otro”, afirmó el ministro británico.

En los últimos minutos de la llamada, Johnson pregunta con insistencia sobre una supuesta revelación que le hace el bromista, que asegura que Putin ejerce “influencia” sobre el líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn.

La conversación telefónica se interrumpe poco después de forma abrupta desde el lado británico.

Un portavoz del Ministerio de Exteriores aseguró que Johnson “se dio cuenta de que era un engaño y puso fin a la llamada”.

“Lo comprobamos e inmediatamente supimos que era una llamada de broma. El uso de armas químicas en Salisbury (donde fue envenenado Skripal y su hija, Yulia) y en Siria, y los recientes episodios en Armenia, son asuntos serios. Estas acciones infantiles demuestran la falta de seriedad de la persona que llamó y los que colaboraron”, señaló esa fuente.

¡Entérate!

Con información de EFE.
RAMG