Jerusalén, es un nombre que resuena por igual en el corazón de cristianos, judíos y musulmanes, hace eco a través de siglos de historia compartida. En hebreo es conocida como Yerushalayim, una de las ciudades más antiguas del mundo que ha sido conquistada, destruida y reconstruida una y otra vez.
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Por miles de años, esta ciudad fue también el centro de muchas luchas y batallas para poder conquistar el centro espiritual; políticamente tiene también su complejidad.
Su punto central es la ciudad vieja, un laberinto de callejones estrechos y arquitectura histórica que alberga a sus cuatro barrios, el cristiano, el musulmán, el judío y el armenio.
Rajel, estudiante mexicana de Relaciones Internacionales, dijo: “El problema incluso con los palestinos, es de quién es esta ciudad, incluso esa pregunta está en juego, no es claro. Si tú le preguntas a una persona cuál es la capital de Israel puede ser que alguien te diga Tel Aviv o Jerusalén, o sea ese hecho de que existe tanta complejidad en esta ciudad”.
Dentro del barrio cristiano se encuentra la iglesia del Santo Sepulcro, un centro muy importante para los cristianos en todo el mundo.
El barrio musulmán es el más grande y contiene el santuario de la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa.
El barrio judío alberga el Kotel o Muro de los Lamentos, un fragmento del muro de la montaña en la que el monte del templo alguna vez se erigió.
En hebreo, Jerusalén es conocida como Yerushalayim, una de las ciudades más antiguas del mundo que ha sido conquistada, destruida y reconstruida. (Gettyimages)
Dentro del templo está el Sancto Sanctorum que es el recinto más sagrado del judaísmo, con frecuencia centro de historias de división y conflicto entre personas de distintas religiones, todos, al final, unidos en su reverencia a esta tierra sagrada.
Con información de Paola Rojas
LSH
