Israel atacó esta madrugada posiciones militares del grupo islamista Hamás en Gaza por segunda día seguido, en respuesta al disparo ayer de un cohete desde la franja hacia su territorio, en un contexto de tensión tras la captura de cuatro de seis reos palestinos fugados el pasado lunes de una cárcel israelí.
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“Aviones de combate y helicópteros atacaron un complejo con varios talleres subterráneos de fabricación de cohetes, un espacio militar con un punto de almacenamiento de armas, un túnel y una instalación de entrenamiento militar” de Hamás, informó un portavoz del Ejército israelí en un comunicado.
Israel considera a Hamás -que gobierna de facto el enclave bajo bloqueo desde 2007- como responsable de toda agresión procedente del interior de Gaza, y suele atacar contra objetivos militares en represalia por el disparo de proyectiles o globos incendiarios contra su territorio.
Según fuentes de seguridad de Gaza, los ataques israelíes de hoy se situaron en el centro y norte de la franja contra puestos de las milicias armadas de la organización islamista, sin causar heridos.
El bombardeo se produjo después de que anoche sonaran las alarmas en comunidades israelíes cercanas al enclave por el lanzamiento de un proyectil que fue interceptado por el sistema Cúpula de Hierro.
Fue el segundo disparo de este tipo en menos de 24 horas, después de que el viernes se lanzara ya un cohete hacia territorio israelí que también se interceptó.
Los lanzamientos no fueron reivindicados por ningún grupo armado palestino, pero ambos se podrían interpretar en parte como un gesto simbólico en apoyo a los seis presos palestinos que el pasado lunes escaparon de una prisión de alta seguridad israelí.
La Policía israelí arrestó dos de ellos el viernes por la noche, tras lo que poco después se produjo el disparo de un primer cohete desde Gaza. Ayer sábado, el lanzamiento del segundo proyectil se registró unas horas después de la captura de otros dos fugados.
Tras haber atrapado ya a cuatro, las fuerzas israelíes prosiguen con la captura de los dos fugitivos restantes.
Su evasión generó euforia en las calles palestinas, donde muchos consideraron a los fugados como héroes que dejaron en ridículo a la seguridad israelí y lograron liberarse de su rígido yugo carcelario.
Durante los últimos días hubo manifestaciones en su apoyo en Jerusalén Este, Cisjordania ocupada y Gaza.
Hamás y la Yihad Islámica -grupo al que pertenecen cinco de los seis fugitivos- amenazaron también con represalias si los presos eran heridos o muertos durante las tareas de captura.
Ayer, el portavoz militar del brazo armado de Hamás, Abú Obeida, aseguró también en un discurso grabado en televisión que el grupo exigiría la liberación de los fugitivos capturas en cualquier negociación para un posible intercambio de presos con Israel.
Había temor que la situación actual pudiera derivar en un repunte de violencia en la región tras la escalada bélica entre Israel y las milicias palestinas de Gaza de mayo, aunque por ahora, pese a los incidentes recientes, no ha habido choques violentos graves.
Con información de EFE
DMGS
