Davide Astori, el padre ejemplar, el compañero de cancha para el Fiorentina, el de vida para su novia y el que a los 31 años de edad simplemente dormirá para siempre.
El defensa nació el 7 de enero de 1987, en San Giovanni Bianco. Fue un jugador de primera división en el Cagliari, el Roma y el Fiorentina.
La noticia sobre su muerte tomó por sorpresa a familiares, amigos, equipo y fanáticos.
Sin importar el color de la playera, todos extrañaron a Astori, lo recordaron y lo homenajearon.
Las calles del centro de Florencia se llenaron de violas, de aquellos que querían ver por última vez a su jugador favorito.
Rostros desencajados, sin importar ser hombre, mujer o niño. Aquí el sentimiento era el mismo: el llanto de haber perdido a su jugador, a su amigo, a su hijo.
Siete días después de su fallecimiento, en el primer partido de la Fiorentina sin su capitán, antes durante y después del encuentro ante el Benevento, los hinchas de su equipo se unieron para homenajear a Davide.
En silencio, como si no se tratara de la previa de un partido, ambos equipos salieron a la cancha, varios globos fueron soltados al cielo. Alrededor de los futbolistas, 13 jóvenes se ubicaron con la camiseta de la Fiore con el 13 y el apellido Astori impreso en la espalda.
Cuando el reloj marcó los 13 minutos del primer tiempo, todos se quedaron inmóviles. Las tribunas del estadio Artemio Franchi se transformaron en un enorme mosaico con la palabra Davide 13.
Con información de Arely Melo
LSH