La exprimera dama de Honduras Rosa Elena Bonilla pasó su primera noche en la cárcel, acusada de malversación de caudales públicos, lavado de activos y asociación ilícita.
“Por haberse apoderado de más de 16 millones de lempiras y haber creado una red de blanqueo de capitales para ocultar el dinero proveniente del Estado”, destacó Ana María Calderón, jefa interina de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH).
“Es importante exhortar a los operadores de justicia para que las acciones emprendidas al día de hoy sea el comienzo de la desarticulación de los grupos criminales organizados que se han conformado para sustraer fondos públicos durante mucho tiempo en este país”, enfatizó Gabriela Castellanos, directora Ejecutiva del Consejo Nacional Anticorrupción
La esposa del expresidente traspasó dinero de la cuenta denominada Casa Presidencial Despacho de la Primera Dama a una personal. Lo hizo el 22 de enero de 2014, tan solo cuatro días antes de que su esposo concluyera su mandato.
El depósito, hecho a través de un cheque, fue por la cantidad de 12 millones de lempiras, alrededor de 505 mil 902 dólares. La cuenta bancaria del despacho de la primera dama tuvo ingresos por hasta 94.6 millones de lempiras, unos 3.9 millones de dólares, en su mayoría donaciones para ejecutar proyectos sociales.
También se reveló la existencia de una red de lavado de activos que funcionaba a través de cheques que se giraban a nombre de nueve personas. Éstas cobraban el cheque y luego regresaban el efectivo a la red de lavado. Así se desviaron fondos de 2011 a 2014 a través de al menos 70 cheques para simular relaciones contractuales.
En noviembre pasado, la exprimera dama acudió al ministerio público para conocer los detalles de las acusaciones en su contra.
“Yo no le debo nada a nadie, ni me he quedado con nada”, decía Rosa Elena Bonilla, primera dama de Honduras de 2010 a 2014.
La audiencia preliminar del caso será este viernes 2 de marzo a las 9 de la mañana. Los delitos de los que se le acusa pueden alcanzar penas de entre 15 y 30 años de prisión.
Con información de Ana María Islas
KAH