CONFLICTOS ARMADOS

ICAN defiende desarme nuclear como única solución contra amenaza atómica

Representantes de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), que mañana recibirá en Oslo el Nobel de la Paz, defendieron hoy la vía del desarme como la única solución contra la amenaza atómica e instaron a las potencias nucleares a unirse al tratado de prohibición adoptado en julio.

Dos tercios de los países de la ONU, pero no las potencias ni sus aliados han apoyado un tratado impulsado por el ICAN, motivo por el que el Comité Nobel Noruego le ha concedido el galardón, además de por alertar de las consecuencias del uso de esos arsenales.

“Afrontamos una clara opción: el fin de las armas nucleares o nuestro fin. Mientras haya armas nucleares habrá riesgo, por eso el desarme es la única elección razonable y el tratado de prohibición es el camino”, afirmó su directora ejecutiva, Beatrice Fihn, en una rueda de prensa en el Instituto Nobel.

Las armas nucleares no solo proporcionan seguridad, sino que son una amenaza, además de pertenecer al pasado, sostuvo Fihn, quien hizo un llamamiento a los ciudadanos de los países que no han suscrito al tratado a que obliguen a sus líderes a impulsar una política no dependiente de la producción de esos arsenales.

Fihn recordó a los miembros de la OTAN -ninguno de los cuales ha firmado el acuerdo, entre ellos Noruega- que la Alianza tiene en teoría como objetivo un mundo sin armas nucleares, por lo que reclamó que sean consecuentes.

La tensión creciente entre Estados Unidos y Corea del Norte es el ejemplo más actual, aunque Tillman Ruff, presidente de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW), resaltó que la “verdadera amenaza” no es el “mínimo arsenal norcoreano”, sino las miles de ojivas de las grandes potencias.

Junto a Fihn y Ruff estuvo en representación de la ICAN Setsuko Thurlow, superviviente de la bomba atómica lanzada en 1945 por EU sobre Hiroshima (Japón) y que ha jugado un rol muy activo dentro de la organización para lograr un acuerdo internacional.

La superviviente japonesa, que tenía 13 años cuando se produjo el ataque, denunció la represión durante la ocupación estadounidense de Japón tras la II Guerra Mundial y resaltó que fueron requisados documentos, cartas y cualquier cosa que reflejase el “sufrimiento humano” provocado por las bombas atómicas.

“Teníamos que luchar porque sabíamos que un ataque atómico causa un sufrimiento humano inaceptable. Era algo de lo que teníamos que advertir al mundo, era nuestra misión. Lo hicimos, pero el mundo no nos hizo caso, así que decidimos colaborar con la ICAN”, afirmó.

La activista criticó en especial a Japón, al que acusó de tener una cara para adentro y otra al exterior, y le pidió mayor responsabilidad por ser el único que ha sufrido un ataque nuclear.

Thurlow, de 85 años, será quien recoja mañana el Nobel de la Paz y quien pronuncie, junto con Fihn, el discurso de aceptación del premio, en la ceremonia que se celebrará en el ayuntamiento de Oslo y a la que no acudirán en señal de protesta los Embajadores de las principales potencias nucleares: EU, Francia y Renio Unido.

Con información de EFE

JLR