CONFLICTOS ARMADOS

EU evita respaldar a Mugabe y habla de un nuevo camino en Zimbabue

El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, evitó respaldar al presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, y se refirió a la crisis que atraviesa el país africano como una “oportunidad” para tomar un “nuevo camino” democrático.  

“Zimbabue tiene una oportunidad de situarse en un nuevo camino, uno que debe incluir elecciones democráticas y el respeto a los derechos humanos”, señaló Tillerson durante su discurso de apertura de la reunión ministerial que, bajo el título “Sobre el Comercio, la Seguridad y el Gobierno en África”, se celebra en Washington.

Pese a que el jefe de la diplomacia estadounidense dejó claro que durante el encuentro no se abordarán medidas “concretas” para ayudar al país africano, que está sumido en la incertidumbre tras el golpe militar de este miércoles, agregó que su Gobierno está siguiendo “muy de cerca” la situación.

“Deberíamos trabajar juntos para un rápida vuelta a la legitimidad, por supuesto de acuerdo con la Constitución, en ese país”, dijo el secretario de Estado al dirigirse a los ministros de Exteriores y delegados de los 37 países que participan, junto con representantes de la Unión Africana, en la reunión.

Tillerson recalcó que debe ser el pueblo de Zimbabue el que elija a su Gobierno, una referencia clara a las actuales negociaciones que están llevando a cabo los militares golpistas con Mugabe, quien tras permanecer en un primer momento recluido en su residencia pudo presidir una ceremonia de graduación en una universidad de Harare.

“Las transiciones democráticas pacíficas son importantes para la estabilidad. Pero la democracia no es solo cosa de elecciones. Las elecciones son un primer paso, pero no el último en el largo camino para crear una democracia resistente”, apuntó el titular de Exteriores estadounidense.

Durante su discurso, el secretario se refirió a la importancia de la participación de los ciudadanos en el proceso político, así como al respeto a la libertad de expresión y asociación.

Asimismo, Tillerson señaló a la corrupción como uno de los grandes problemas del continente africano y denunció que, según un estudio de la propia Unión Africana, esta práctica le cuesta a la región cerca de 150.000 millones de dólares al año, un dinero que debería ser empleado en “construir escuelas y hospitales”.

“La corrupción, un gobierno débil, la restricción de los derechos humanos, las autoridades que desoyen las leyes o cambian sus constituciones de forma parcial, son todos obstáculos para el desarrollo de sociedades libres y prósperas”, observó Tillerson.

Como representante del Gobierno del presidente Donald Trump, el secretario de Estado dijo que su país desea “reorientar” su relación con África con el objetivo de lograr una mayor inversión que “promueva una clase media”.

El secretario indicó que, solo en 2016, la inversión directa en el continente fue de 57.700 millones de dólares y que su país ha participado en 82 proyectos privados a lo largo de toda la región subsahariana.

Por último, Tillerson se refirió a otro de los tres puntos a debatir durante la reunión ministerial: la seguridad.

Mostró su preocupación por el problema del terrorismo en África, el cual “se está expandiendo” en la región, y recalcó la importancia de acabar con la presencia de los grupos yihadistas Estado Islámico (EI) y Al Qaeda en el continente.

Sin embargo, apuntó, ni todas las amenazas globales proceden del terrorismo ni todas ellas pueden ser atajadas por medio de alguna de las más de veinte misiones de paz en la que actualmente participan las Fuerzas Armadas estadounidenses.  

“Corea del Norte representa una amenaza para todos, incluidos los países aquí presentes”, añadió Tillerson, quien recalcó la importancia de que todos los países participen en las sanciones impuestas al régimen asiático por la ONU para “convencer” a su líder Kim Jong-un de que “abandone el camino que ha tomado”.

RAMG