POR EL PLANETA

Isla del Coco, reserva natural y maravilla geológica de Costa Rica

“Digamos que no tiene comienzo el mar, empieza donde lo hallas por primera vez y te sale al encuentro por todas partes”. Tenía razón el poeta José Emilio Pacheco. Porque somos más agua que tierra, y porque más allá de todas las cosas siempre está el mar. El equipo de Por el Planeta se embarca en una nueva travesía por el Pacífico, en busca de una isla oceánica que guarda un enorme tesoro. Iniciamos esta travesía desde Puntarenas y nos dirigimos hasta la Isla del Coco, son alrededor de 320 millas náuticas, casi 600 kilómetros.

En un recorrido que nos llevará entre 36 y 40 horas. Vamos en busca de la Isla del Coco. Hay tierra a la vista.

La Isla del Coco fue descubierta hace 491 años por el navegante español Juan Cabezas de Grado. El legendario explorador francés Jacques Yves Cousteau la llamó “la isla más bella del mundo”.

Y se piensa que esta pequeña isla inspiró clásicos de la literatura como “Robinson Crusoe” y betsellers como “Parque Jurásico”.

El radar del barco marca las coordenadas. Latitud, 5 grados 31 minutos norte. Longitud, 87 grados 4 minutos oeste. Es la última frontera de Costa Rica.

Este es el único punto de la Placa Tectónica de Cocos que emerge de la cadena volcánica submarina, la cual se extiende desde las Islas Galápagos hasta la Fosa Mesoamericana.

Vista aérea de la Isla del Coco, en Costa Rica (Por el Planeta/Noticieros Televisa)

En 1978 fue declarada parque nacional, convirtiéndose en el área de conservación marina más importante de Costa Rica. En 1997 fue distinguida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. No es una isla común, más bien es como un oasis.

“Hace 27 años que hice mi primer viaje a la isla, y desde que llegué me atrapó. Nunca había visto nada, ni cerca a lo que vi en ese primer viaje hace 27 años”, dice Manuel Lazcano, director de fotografía submarina.

Por su ubicación geográfica, forma parte del corredor biológico del Pacífico oriental tropical.

“Hace ese corredor marino y nos da a nosotros la posibilidad, a los gobiernos de Colombia, de Panamá, de Ecuador, haber creado el corredor marino del Pacífico oeste tropical”, explica Géiner Golfín, administrador del Parque Nacional Isla del Coco.

Cascada en la Isla del Coco, Costa Rica (Por el Planeta/Noticieros Televisa)

Se trata de un importante ecosistema insular con una extensión de zona marítima de más de dos mil kilómetros cuadrados y una imponente zona terrestre de apenas 24 kilómetros cuadrados.

Probablemente es la isla con más cascadas del mundo, con más de 200 caídas de agua que se desbordan al mar y forman un paisaje fascinante, único. Pero el verdadero tesoro de la Isla del Coco está bajo el agua.

“Es la forma más pura que se puede ver el mar y la isla, y el ecosistema, y la naturaleza. Eso para mí es la Isla del Coco”, señala Ofer Ketter, fotógrafo submarino.

Es un laboratorio natural de la vida marina con mil 668 especies con un alto grado de endemismo. Con 600 especies de moluscos, 143 especies de crustáceos, 32 especies de coral, más de 300 especies de peces y los grandes predadores pelágicos.

Se estima la presencia de 12 especies de tiburones, mantas y rayas, atunes aleta amarilla, delfines “nariz de botella”, así como tres especies de tortugas.

Tiburones martillo en Isla del Coco, Costa Rica (Por el Planeta/Noticieros Televisa)

Le presentaremos imágenes submarinas que sólo se pueden ver en la Isla del Coco, como las sorprendentes escuelas de tiburones martillo y su nado casi sincronizado, en un universo que se ve más amplio y desconocido.

Recorreremos pasajes submarinos que parecieran irreales, donde los colores de los peces estallan entre la implacable corriente del mar.

Manuel Lazcano y Ofer Ketter se sumergirán más allá de los límites permitidos para estar lo más cerca posible de los grandes predadores.

Realizaremos inmersiones nocturnas para ser testigos del frenesí de la vida salvaje, en donde sólo sobrevive el más fuerte.

“El ejemplo perfecto de la naturaleza, el “bait ball” es el top de ejemplo de esto, porque ahí vienen varias especies que a veces cazan uno al otro, encuentran una oportunidad cuando hay un pez que es el más débil en la cadena”, explica Ofer Ketter, fotógrafo submarino.

Pero este paraíso también tiene su infierno. Mañana nos internaremos en la Isla del Tesoro, donde la niebla esconde sus secretos.

Con información de Alberto Tinoco

MLV