EU estudia sanciones contra sector petrolero de Venezuela

El Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, estudia imponer sanciones al sector petrolero de Venezuela, en respuesta a la elección de una Asamblea Constituyente en el país sudamericano, un acto que Estados Unidos calificó como una “farsa”, dijeron funcionarios en Washington.

Las medidas, que podrían ser anunciadas el lunes, no incluirían la prohibición de envíos de petróleo venezolano a Estados Unidos -una de las opciones más duras-, pero sí podrían impedir la venta de crudo ligero al país sudamericano, que lo mezcla con su crudo pesado para venderlo al exterior, dijeron los funcionarios.

Pese a que no se ha tomado una decisión definitiva, las fuentes dijeron que Estados Unidos también podría sancionar a más funcionarios venezolanos. El momento en el que se anunciarían las medidas tampoco se ha decidido, agregaron.

La semana pasada Washington sancionó a 13 dirigentes del país petrolero.

Otras opciones que se estudian son varias medidas para restringir el acceso del Gobierno venezolano y la petrolera PDVSA al sistema bancario estadounidense, dijeron las fuentes, pero no está claro si Washington está dispuesto a tomar una acción de tal magnitud o si esperaría.

Las nuevas medidas buscan cumplir con la amenaza de Trump de imponer “fuertes sanciones económicas” si el presidente venezolano, Nicolás Maduro, avanzaba con la controvertida elección de una Asamblea Constituyente, dijeron los funcionarios.

La respuesta de Washington, que se espera sea la más dura contra el Gobierno de Maduro desde la llegada de Trump al poder, está siendo calibrada para evitar que se cause más daño al pueblo venezolano o se afecten los intereses estadounidenses, sostuvieron las fuentes.

Sanciones de EU contra sector petrolero venezolano golpearían refinación y procesamiento de mezclas

Las posibles sanciones estadounidenses que impedirían la venta de crudo liviano a la petrolera PDVSA dificultarían la débil red de refinación de la petrolera estatal venezolana y dejarían al menos a un tanquero en el limbo, según una fuente de la firma estatal.

Si bien la Casa Blanca ha dicho que “todas las opciones están sobre la mesa”, lo más probable es que prohíba a Venezuela importar petróleo estadounidense, lo que podría anunciarse este lunes.

Este año, PDVSA ha importado 87 mil barriles por día (bpd) de productos refinados estadounidenses para compensar su maltrecha red de refinación, que en el 2017 ha operado a menos de la mitad de su capacidad debido a la falta de crudos, frecuentes cortes y carencia de repuestos.

Cerca de la mitad de esas importaciones son nafta pesada que PDVSA compra para diluir su producción de crudo extrapesado y hacerlo apto para la exportación.

Los proveedores usuales del producto son intermediarios y petroleras que tienen una estrecha relación con PDVSA, incluida la gigante energética rusa Rosneft.

PDVSA también compra regularmente crudo liviano estadounidense para su procesamiento en su refinería Isla en Curazao y para formular una mezcla de Crudo Diluido (DCO) exportable que se envía desde la isla caribeña a clientes en Estados Unidos y Asia.

PDVSA ha comprado 19 mil bpd de crudo estadounidense para entrega en Curazao este año, menos que los 30 mil bpd importados el año pasado, debido a retrasos en los pagos, según datos de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA).

El tanquero petrolero Aframax Tulip, arrendado por la empresa británica BP, ha estado esperando desde mediados de mayo cerca de Curacao para descargar unos 500 mil barriles de crudo ligero estadounidense que PDVSA no ha pagado, según datos de una fuente de la empresa involucrada en la venta.

Analistas y fuentes consideran que, si Estados Unidos impone una reducción de 100 mil barriles diarios de crudo y productos importados, PDVSA seguiría siendo capaz de importar de Rotterdam o de cualquier otro mercado dinámico, aunque tenga que pagar más.

Con información de Reuters

LHE