La administración de Donald Trump impuso este lunes sanciones al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, un día después de la elección de la Asamblea Constituyente, a la que considera una ruptura del orden constitucional y democrático.
Maduro fue calificado como “dictador” y adjuntado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC) en la lista principal de personas sancionadas por Estados Unidos, en la que están los presidentes Bashar Al Asad (Siria), Kim Jong-un (Corea del Norte) y Robert Mugabe (Zimbabue).
“Las elecciones ilegítimas de ayer confirman que Maduro es un dictador que menosprecia el deseo del pueblo venezolano”, manifestó el Secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin. “Se une al club exclusivo en el que están Mugabe, Asad y Kim Jong-un”, dijo el asesor de Seguridad Nacional, HR McMaster.
Él y Mnuchin comparecieron en rueda de prensa en la Casa Blanca inmediatamente después de que el Departamento del Tesoro anunciara la medida.
Mnuchin rechazó dar una estimación del valor de los activos del mandatario venezolano en Estados Unidos. El objetivo de las sanciones contra él, según su Departamento, es dejar a Maduro clara la oposición estadounidense a sus políticas, así como el apoyo al pueblo venezolano. “Esperamos que estas sanciones hagan a los funcionarios del régimen de Maduro reconsiderar cómo sus acciones han afectado a su país”, dijo el secretario del Tesoro.
Trump y su administración habían advertido al presidente de Venezuela de que tomarían acciones económicas fuertes e inmediatas si no desistía en el proceso de la Asamblea Constituyente.
En ese marco se ha especulado mucho con un posible embargo petrolero, el cual no se ha impuesto de momento, aunque la Casa Blanca no cierra la puerta a hacerlo más adelante. “Todas las opciones están hoy sobre la mesa”, dijo Mnuchin, repitiendo lo que altos funcionarios llevan diciendo desde hace dos semanas. “Nuestro objetivo es no hacer algo que dañe al pueblo de Venezuela”, aseguró el secretario del Tesoro. “Seguiremos monitoreando todas nuestras opciones”.
Con la elección de la Asamblea Constituyente el domingo, en el marco de la cual murió al menos una decena de personas, Estados Unidos considera que Maduro ha sobrepasado la línea de la “ruptura del orden constitucional y democrático” y sitúa a todos los elegidos para formar parte de ella como posibles objetivos de sanciones en el futuro.
El presidente venezolano impulsa que la Constituyente redacte una nueva Constitución para Venezuela, algo interpretado por Estados Unidos y otros actores internacionales como la imposición de un régimen autoritario.
“La Asamblea Constituyente llega tras años en los que Maduro se ha esforzado por minar la democracia de Venezuela y el Estado de derecho”, indicó el Departamento del Tesoro, que acusó al mandatario de haber abusado repetidamente de los derechos de los ciudadanos a través del uso de la violencia, la represión y la criminalización de las manifestaciones.
“Bajo su dirección, las fuerzas de seguridad del régimen han reprimido y criminalizado sistemáticamente a los partidos de la oposición mediante la detención arbitraria, la persecución militar de civiles y el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes”, señaló el comunicado, en el que también acusó a Maduro de abusos a los derechos humanos, mal manejo económico y corrupción sistemática.
AAE