DEBATES Y ENTREVISTAS

La política comercial de Estados Unidos, el análisis en Despierta con Loret

El endurecimiento de visas de trabajo ordenado por Donald Trump, es una orden enfocada al gobierno, porque se trata de “una ley que existía desde 1973”, de acuerdo con la cual “el gobierno debe darle prioridad a los estadounidenses. Trump dijo ‘esta ley existe y vamos a aplicarla realmente”, eso no significa que otras cosas de sus negocios se vayan a modificar. “Las gorras de Trump, la ropa de Ivanka seguirán hechos donde les salga más barato”, afirmó la profesora de Economía Valeria Moy.

Para el internacionalista Rafael Fernández de Castro, “Trump volvió a ladrar contra el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte)”; recordó que incluso la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ha dicho que “Trump ladra más fuerte de lo que hace; se acaba de reunir con el presidente de China y tuvo buena relación con el presidente Xi Jinping, ahora los chinos quieren venderle infraestructura”.

Dijo que, en ese caso, “no debe preocuparnos demasiado, porque habla del acero, siempre una industria muy protegida, en la que ya los productores le deben haber dicho que sale muy caro usar acero estadounidense”. Sin embargo, afirmó, en lo que hace al TLC, “los tiempos van lentos y al gobierno mexicano le interesa que salga pronto la negociación”.

Pero, acotó Valeria Moy, el presidente de Estados Unidos busca “victorias rápidas, la victoria que sea. Ya se vio que el tema fiscal no avanzará como está planeado, pero tiene que haber una victoria fiscal antes de que termine el año. Así que tiene muchas cosas que ofrecer; probablemente venga una reducción de la tasa del ISR a las empresas, pero tan generosa como la había ofrecido, porque eso va a darle un poco de argumento, con las implicaciones para el dólar”.

Ahora bien, dijo la economista, “tampoco nos han dicho cómo van a sustituir esos recursos que van a dejar de percibir”.

En efecto, dijo Fernández de Castro, “está en busca de algo, porque a su base no le ha dado nada”.

Ambos especialistas reconocen que sería terrible “para el mundo, no sólo para México”, que Estados Unidos cerrara sus fronteras al comercio. Para Rafael Fernández de Castro “es un tema que no se ha tomado en serio, aunque en todos los foros mundiales sea rechazado el proteccionismo”.

El internacionalista reconoció, sin embargo, “tampoco está del todo claro qué hará Estados Unidos, porque al interior de la Casa Blanca hay dos equipos que no dejan claro qué puede pasar y Trump no tiene demasiada ideología”.

Valeria Moy considera que a México le conviene reunirse con otros socios comerciales “porque le conviene mandar una señal de apertura, de que vamos a seguir con una economía abierta”.

Coincidió en que Trump habla de proteccionismo, pero tiene medidas que proponen incrementar las exportaciones y “eso no es proteccionismo, es mercantilismo, abrir más para vender más”. En este escenario, dijo Fernández de Castro, a México le conviene buscar la diversificación, porque “Estados Unidos ya no es el país predecible que solía ser y se debe buscar en serio la diversificación”.

“Diversificación, sí, pero de importaciones, porque hablar de diversificar las exportaciones suena bien en el discurso”, pero no hay un mercado suficientemente grande, de acuerdo con Valeria Moy. “El mercado natural de México es Estados Unidos y debemos hacer el esfuerzo; no podemos dejar ir el mercado. En cambio, debemos diversificar las importaciones para tener materia con la cual negociar”, consideró.

Rafael Fernández de Castro recordó que México obtiene productos de variedad de países y sólo 50% de las importaciones vienen de Estados Unidos, además de que China se está transformando en un competidor fuerte. “Entiendo lo que dice Valeria, pero debe haber decisión de Estado para no dejarnos envolver por la incertidumbre. Podríamos beneficiarnos de otros productos; nos falta orientarnos, en el sentido de ir a Oriente; el desarrollo está en Asia”, insistió.

Sin embargo, de acuerdo con Valeria Moy, “en la diversificación de importaciones está la oportunidad, porque se abre margen de maniobra y poder de negociación con estados que votaron por Trump, hay estados que le venden casi todo a México”, o, en todo caso, “ampliar el comercio con Canadá, para aprovechar el tratado vigente”.

Fernández de Castro reviró que la negociación con Canadá es difícil, “porque está en medio Estados Unidos y todo lo que llega de Canadá tiene que pasar por ahí”. Pero, insistió, “políticamente hablando, no nos conviene tener todas nuestras canicas en ese estado que ya no es predecible, porque Estados Unidos se ha vuelto bananero con Trump en la Casa Blanca”.

 

 

 

tfo