“Quiero transmitir mi cercanía a la querida población de Perú, duramente afectada por devastadoras inundaciones. Rezo por las víctimas y por quienes se afanan en ofrecer socorro”, dijo el pontífice tras el rezo del Ángelus ante la plaza de San Pedro.
Además del balance humano, las inundaciones han provocado cuantiosos daños materiales, como la destrucción de puentes y cortes del suministro de agua y electricidad en las principales ciudades del litoral peruano.