ESTADOS UNIDOS

Inmigrantes protestan contra deportaciones ante la Casa Blanca

Miles de inmigrantes y sindicalistas marcharon el lunes hacia la Casa Blanca y en otras ciudades estadounidenses para conmemorar el Día Internacional de Trabajo y protestar contra los esfuerzos del presidente Donald Trump de impulsar las deportaciones.

“Ver manifestaciones y eventos en más de 200 lugares demuestra convincentemente que los latinos somos una fuerza en la política estadounidense”, señaló el congresista demócrata Luis Gutiérrez mientras una multitud se apostaba frente a la Casa Blanca tras recorrer varias cuadras llevando pancartas en que se leía “Prohíban la ignorancia, no los inmigrantes” y mostrando banderas de varios países. La Casa Blanca no respondió de inmediato a las protestas.

Carolina Sánchez marchó en la capital estadounidense junto a su hija nacida en este país hace diez años.

“Mi hija solo me tiene a mí. Quiero alcanzar el sueño americano y quiero tener mis papeles”, dijo a The Associated Press la ayudante de cocina oriunda de Guatemala de 31 años que emigró a Estados Unidos en 2005.

Decenas de miles de migrantes y sus partidarios protestaron en ciudades como Miami, Nueva York, Chicago, Seattle y Los Ángeles.

La policía canceló una protesta en Portland, Oregon, que dijo podría derivar en disturbios después de que los manifestantes comenzaran a arrojar bombas de humo y otros objetos a los agentes. Las autoridades anunciaron la detención de más de dos docenas de personas, mientras grupos de anarquistas supuestamente rompieron vidrios en tiendas, encendieron fuegos en el centro y dañaron un coche patrulla.

Cinco personas más fueron arrestadas en Seattle, una de ellas por arrojar una piedra, y otras nueve en Olympia, la capital del estado de Washington. En Oakland, California, la policía detuvo a al menos cuatro personas tras crear una cadena humana que bloqueó un edificio oficial durante una protesta.

La policía arrestó en Oakland, California, a al menos cuatro activistas que se encadenaron juntos a un edificio del gobierno municipal.
En Homestead, un área agrícola a unas 40 millas (64 kilómetros) al suroeste de Miami, varias decenas de personas _la mayoría de ellos trabajadores del campo_ se congregaron frente a la alcaldía para demandar respeto y dignidad a los inmigrantes, mientras que varios negocios del área permanecieron cerrados en apoyo a los manifestantes.

“Estamos aquí para que los gobernantes reconozcan nuestro trabajo, que es duro. No es fácil. Sin nuestro trabajo no tienen para comer en la mesa, pero no lo valoran”, expresó Francisca Santiago, una trabajadora agrícola mexicana de 40 años que faltó a su jornada laboral para asistir a la concentración y marcha.

Santiago dijo que trabaja nueve horas al día los siete días de la semana recogiendo bamia (ockra) y habichuelas, y faltó a su trabajo para asistir a la huelga. Por día suele cobrar entre 40 y 60 dólares, dependiendo de la cantidad de vegetales que recoge.

Manifestantes chocan con simpatizantes de Trump durante una protesta en New York (Reuters)

MULTITUDINARIAS PROTESTAS

En muchos lugares, los activistas pidieron a la gente que no acudiera a sus empleos, a la escuela ni a comprar para mostrar la importancia de la inmigración en las comunidades estadounidenses.

El presidente de CASA in Action, Gustavo Torres, dijo a The Associated Press que 150 empresas en Washington, Maryland y Virginia cerraron sus puertas el lunes para acompañar la jornada de protesta.

Ana Sarabia, propietaria de Ana’s Restaurant en la capital estadounidense, dijo a AP que ella planeaba trabajar el lunes para que su esposo y su hija puedan asistir a la manifestación.

“El negocio vende poco y tenemos que pagar la renta. Pero es importante que mi esposo vaya a marchar para apoyar a los inmigrantes y a los trabajadores”, dijo la salvadoreña de 49 años de edad que emigró a Estados Unidos en 1990. “Los trabajadores inmigrantes contribuimos mucho a este país”.

Aunque los miembros de los sindicatos suelen marchar el 1 de mayo en favor de los derechos de los trabajadores en todo el mundo, la jornada se ha convertido en una fecha clave para migrantes en Estados Unidos desde las multitudinarias protestas de 2006 contra una propuesta de ley sobre inmigración. Estados Unidos celebra el Día del Trabajo el primer lunes de cada septiembre.

“Nunca habíamos visto un apoyo tan grande como el que tenemos desde la elección de Donald Trump”, informó Kica Matos, portavoz del Fair Immigration Reform Movement.

En sus primeros 100 días en la Casa Blanca, Trump ha promovido intensamente la implantación de las normas migratorias, como decretos para erigir un muro en la frontera con México y para vetar la entrada al país desde seis naciones de mayoría musulmana.

El gobierno detuvo a miles de personas que estaban de forma ilegal en el país y amenazó con retener la financiación a las jurisdicciones que limitan la cooperación entre las autoridades migratorias locales y federales.

El Movimiento Cosecha, que busca protección de la deportación para los 11 millones de inmigrantes no autorizados, dijo a AP que al menos 5.200 empresas en 21 estados atendieron su llamado para no trabajar el lunes.

“Tras años de promesas incumplidas, redadas, de conducir con miedo a que te detengan, de no poder sepultar a sus seres queridos, Trump es solo la gota que colma el vaso”, dijo María Fernanda Cabello, una dirigente indocumentada y coordinadora de la protesta con el Movimiento Cosecha.

Congresistas y senadores demócratas planeaban reunirse al final de la jornada frente al Capitolio para expresar su apoyo a los inmigrantes en lo que califican como el Día de los Derechos de los Inmigrantes.

HVI