ECOLOGíA

INEGI dona equipos para el monitoreo del Volcán de Colima

La red que monitorea el comportamiento del volcán de Fuego de Colima contará con dos equipos GPS donados por el INEGI, que servirán para medir la deformación volcánica, uno de los parámetros que se emplean para anticipar una probable erupción.

“Al ascender este cuerpo de magma, el edifico volcánico lo que hace es expandirse. Con estos equipos de deformación podemos inferir qué volumen de magma está ascendiendo”, indicó Raúl Arámbula Mendoza, director del Centro Universitario de Estudios e Investigaciones de Vulcanología.

“Estos equipos son para ver la actividad del volcán, si va creciendo o va decreciendo, en este caso como un pronóstico a futuro sí va a mejorar bastante”, destacó Hydyn Santiago Jiménez, profesor investigador del Observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima.

Los dos equipos GPS serán instalados muy cerca de la cima del cráter.

“En el lado norte, el único acceso que tenemos está a un kilómetro del cráter y por el lado sur nos podemos acercar a 3 kilómetros del cráter”, indicó Hydyn Santiago Jiménez, profesor investigador del Observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima.

Actualmente, el Volcán de Fuego de Colima es monitoreado por once estaciones sísmicas de banda ancha y última generación, ocho cámaras de video vigilancia, dos de ellas apuntan hacia las barrancas por donde fluyen los lahares en época de lluvias, además de cuatro sensores sísmicos de infrasonido.

Desde hace 22 meses el volcán registra baja actividad, sin embargo, se han detectado cambios importantes en el cráter.

“En lugar de crecer algo, es el contrario, se está ampliando un poco más el volumen del cráter, vimos que hay partes colapasando más profundo. Y de arriba se ve muy bien que hay mucha actividad fumarólica todavía, incluso otro cambio que está ocurriendo, hay más sublimación, esa es la generación de minerales directo de un gas”, destacó Nick Varley, vulcanólogo.

A pesar de su baja actividad, la Unidad Estatal de Protección Civil Colima mantiene de forma preventiva la zona de exclusión de toda actividad, a 5 kilómetros a partir del cráter.

Con información de Bertha Reynoso.

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