CRIMEN Y SEGURIDAD

Indígena mazateca preliberado por el gobierno capitalino pide apoyo para trabajar

La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció la liberación de cinco indígenas encarcelados por delitos no graves, y que seguían en la cárcel porque no tenían dinero para pagar una fianza.

Orlando es uno de esos cinco indígenas que obtuvo su libertad anticipada el pasado lunes, tras la puesta en marcha de un programa de preliberaciones del Gobierno de la Ciudad de México, que busca beneficiar a indígenas sentenciados por delitos no graves y que no tengan la capacidad para pagar la fianza.

Orlando proviene de una familia indígena mazateca de la sierra de Oaxaca.

En mayo de 2017 robó mil pesos, pero la Procuraduría capitalina lo acusó de haber robado dos celulares y una cartera con 35 mil pesos en la Central de Abasto de la Ciudad de México.

Este martes fue su primer día en libertad, tras un año y medio en prisión.

“Llegan unas licenciadas de Desarrollo Rural a verme, me dijeron que iba a haber un apoyo para personas indígenas. Yo fui a asesoría jurídica. Que había un programa para indígenas y así mi mamá se empezó a mover”, apuntó Orlando, el indígena preliberado.

Su mamá es una mujer indígena mazateca de la sierra de Oaxaca, madre de cuatro hijos y el sostén familiar tras decidir separarse de su marido por ser alcohólico. Vive desde hace tres años en esta bodega, habilitada con plásticos como vivienda, ubicada en el corazón de Valle de Chalco, Estado de México.

Con el apoyo de su segundo hijo, de 18 años, que sí habla español, Elena hizo los trámites y pidió un préstamo de 25 mil pesos para liberar a Orlando.

“Arregla el asunto de mijo”, dijo Elena, madre de Orlando.

-¿Qué hizo?

“¿Por qué mi hijo cayó en la cárcel?, no quiero que mijo cayera en la cárcel porque yo, de hecho, yo lavaba ropa ajena, yo planchaba ropa ajena lo que quiera, pero no sé cómo se le ocurrió hacer eso”, recordó Elena, madre de Orlando.

Eso, lo llevó a prisión acusado del delito de robo agravado y una sentencia de 4 años 8 meses.

Delito que cometió en compañía de su primo en la Central de Abasto. Ambos estaban en estado alcohólico.

El 13 mayo del 2017 entró al Reclusorio Oriente. Y este lunes, antes de cumplir la mitad de su sentencia, obtuvo su libertad anticipada.

“Me equivoqué, yo quisiera que me dieran, tener yo algo, para que no la sufra, que me echaran la mano también. Yo quisiera trabajar bien y ganar bien para apoyar a mi familia también. Ahorita no me han dicho nada si me pueden dar un trabajo donde yo pueda estar bien y ganar bien. Ora sí que somos humildes, yo le agradezco, ora sí que me apoyen”, reconoció Orlando.

Hasta el momento, y tras su preliberación, el Gobierno de la Ciudad de México no le ha ofrecido algún apoyo o acompañamiento.

Con información de Jesús Barba.

LLH