CRIMEN Y SEGURIDAD

Inconformidades de estudiantes del CCH Azcapotzalco fueron ignoradas por autoridades

El conflicto en la UNAM comenzó a gestarse en el CCH Azcapotzalco desde julio pasado. A principio se trataba de algo muy local, que, de haber sido bien atendido, nunca hubiera escalado a los niveles que desencadenaron la violencia de los últimos días.

Todo comenzó durante el periodo vacacional, cuando la comunidad estudiantil del CCH Azcapotzalco difundió en redes sociales que Guadalupe Márquez Cárdenas, directora del plantel desde diciembre de 2017, había retirado los murales hechos por los estudiantes.

Eran murales que representaban la memoria gráfica de nuestro plantel, murales de movimientos estudiantiles”, dijo Karla, estudiante del CCH Azcapotzalco.

A esto le siguió una serie de cambios en los horarios de clases.

No se podía estudiar bien así, había grupos que tenían cinco alumnos y otros grupos que pasaban los 70 alumnos”, afirmó Karla.

Se sumó el problema de la inscripción, por la cual, desde hace décadas, se paga una cuota de 25 centavos.

A los alumnos de primer semestre al momento de irse a inscribir, en la ventanilla se les estaba pidiendo una cantidad de cien pesos”, señaló la estudiante.

Estas inconformidades derivaron en la organización de asambleas estudiantiles. Una de ellas se realizó el 23 de agosto y de ella surgió un pliego petitorio de cinco puntos:

  1. Esclarecimiento del presupuesto escolar;
  2. restauración del acervo mural del colegio y permiso para la creación de nuevos murales;
  3. asignación de profesores y horarios;
  4. castigo a profesores y administración abusivos y deficientes,
  5. esclarecimiento de las exigencias de cuotas por parte de trabajadores de la escuela a los alumnos.

Se había convocado a un dialogo público con la directora del plantel”, indicó Karla.

La directora nunca llegó. La tarde del 27 de agosto, los alumnos tomaron la dirección del plantel y el 28 de nueva cuenta convocaron al diálogo. Esa misma tarde sufrieron la primera agresión.

Llegó un grupo porril y se fue contra los compañeros que estaban en dirección, ya lo demás pues fueron golpes, sangre etc., de hecho, muchos directivos y jurídico fueron testigos de la agresión y no hizo nada al respecto”, aseveró Karla.

El 28 de agosto los estudiantes se fueron a paro y sumaron a su pliego petitorio el castigo para los golpeadores, así como la salida de la directora, quien llegó al plantel aproximadamente a las 10:30 de la noche y recibió el pliego petitorio.

Apenas dos días después, Guadalupe Márquez renunció.

Por lo que sabíamos ella había traído a los porros para que se desarmara el movimiento, en ningún momento se había visto que se atacara en la forma que se está atacando ahorita a los alumnos”, comentó otra estudiante del plantel.

El 3 de septiembre, los estudiantes marcharon a Rectoría, en Ciudad Universitaria, para entregar sus demandas. Ahí fueron atacados.

El rector de la UNAM, Enrique Graue, reconoció que la desatención a las demandas de los estudiantes del CCH fue parte del origen de lo ocurrido este lunes en Rectoría, aunque no descartó agentes externos.

Ha habido, desde tiempo atrás, problemas de infiltrados, provocadores, grupos porriles, como quieran llamarles, es indiscutiblemente en el hecho de que son intereses ajenos”, reiteró el rector.

Con información de Cecilia Reynoso

LHE