El peso mexicano podría sufrir una mayor volatilidad y más depreciaciones debido a la incertidumbre sobre la relación con Estados Unidos, consideró la opinión de la mayoría de la junta de gobierno del Banco de México (Banxico), de acuerdo con la minuta del más reciente encuentro de política monetaria.
En abril, los integrantes de la junta elevaron 25 puntos base la tasa de interés clave, a 6.75%, para contener presiones inflacionarias derivadas de la depreciación de la moneda.
La decisión de la junta de gobierno fue unánime, pero a la reunión asistieron sólo cuatro de sus cinco integrantes, según la minuta.
Los funcionarios coincidieron en que el balance de riesgos para la inflación se ha deteriorado moderadamente, y entre los principales destaca que el número y la magnitud de choques para el tipo de cambio aumenten la probabilidad de efectos de segundo orden.
“Todos enfatizaron que la junta de gobierno decidió ajustar su postura monetaria en esta reunión con el objetivo de evitar contagios al proceso de formación de precios en la economía, anclar las expectativas de inflación y reforzar la contribución de la política monetaria al proceso de convergencia de la inflación a su meta”, señala el documento publicado por Banxico.
Hasta la primera quincena de mayo, el índice de precios al consumidor subió a un 6.17 por ciento, muy por encima de la meta del 3 por ciento más o menos un punto porcentual.
En cuanto a la postura de política monetaria futura, la mayoría apuntó que conforme los esfuerzos para fortalecer las finanzas públicas se vayan consolidando, los márgenes de maniobra se irán ampliando.
La próxima reunión para analizar la decisión de política monetaria del Banxico está programada para el 22 de junio.
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